Los alimentos tienen que recorrer ocho metros de intestino desde que entran en la boca de una persona adulta hasta que salen por el otro extremo. Las investigaciones recientes se han centrado principalmente en la influencia de la composición bacteriana del intestino en la salud del sistema digestivo de las personas.
Dando un paso más, el postdoc Henrik Munch Roager, del Instituto Nacional de Alimentación, ha estudiado cómo el tiempo de tránsito de los alimentos por el colon afecta al papel de las bacterias intestinales en la actividad y la salud del sistema digestivo, midiendo los productos de la actividad bacteriana, que acaban en la orina.
El efecto del tiempo de tránsito de los alimentos
Las bacterias intestinales prefieren digerir los hidratos de carbono de la dieta, pero cuando éstos se agotan, las bacterias empiezan a descomponer otros nutrientes, como las proteínas. Los investigadores han observado anteriormente correlaciones entre algunos de los productos bacterianos de degradación de proteínas que se producen en el colon y el desarrollo de diversas enfermedades, como el cáncer colorrectal, la enfermedad renal crónica y el autismo.
«En resumen, nuestro estudio demuestra que cuanto más tiempo tardan los alimentos en pasar por el colon, más productos de degradación bacteriana perjudiciales se producen. Por el contrario, cuando el tiempo de tránsito es más corto, encontramos una mayor cantidad de las sustancias que se producen cuando el colon renueva su superficie interna, lo que puede ser un signo de una pared intestinal más sana», explica la supervisora de Henrik y profesora del Instituto Nacional de Alimentación, Tine Rask Licht.
Se suele pensar que una población bacteriana muy diversa en el intestino es lo más saludable, sin embargo, tanto el estudio del Instituto Nacional de Alimentación como otros estudios de la marca muestran que la riqueza bacteriana en las heces también suele estar asociada a un tiempo de tránsito largo.
«Creemos que una composición bacteriana rica en el intestino no es necesariamente sinónimo de un sistema digestivo sano, si es un indicio de que los alimentos tardan mucho tiempo en recorrer el colon», afirma Tine Rask Licht.
Mejor comprensión del estreñimiento como factor de riesgo
El estudio muestra que el tiempo de tránsito es un factor clave en la actividad de las bacterias intestinales y esto pone de relieve la importancia de prevenir el estreñimiento, que puede repercutir en la salud. Esto es muy relevante en Dinamarca, donde hasta un 20% de la población padece estreñimiento de vez en cuando.
Los hallazgos del Instituto Nacional de Alimentación pueden ayudar a los investigadores a comprender mejor las enfermedades en las que el estreñimiento se considera un factor de riesgo, como el cáncer colorrectal y la enfermedad de Parkinson, así como las afecciones en las que el estreñimiento es frecuente, como el TDAH y el autismo.
Influir en el tiempo de tránsito de los alimentos
Tine Rask Licht destaca que los hábitos dietéticos de las personas pueden influir en el tiempo de tránsito:
«Se puede ayudar a que los alimentos pasen por el colon con una dieta rica en fibra y bebiendo mucha agua. También puede valer la pena intentar limitar la ingesta de, por ejemplo, carne, que ralentiza el tiempo de tránsito y proporciona a las bacterias intestinales muchas proteínas que digerir. La actividad física también puede reducir el tiempo que tardan los alimentos en recorrer el colon».