La primera vez que James tuvo relaciones sexuales, llegó al clímax inmediatamente. Su pareja hizo una mueca, que él interpretó como un comentario sobre su «fracaso». A partir de entonces, se apresuró en el gatillo, creyendo que no podía complacer a una mujer. Finalmente, después de que James conociera a alguien especial, se desesperó por resolver este problema.
La eyaculación precoz (normalmente se alcanza el clímax en un minuto de tiempo) es la disfunción sexual número uno, que afecta al 30 por ciento de los hombres de todas las edades (18-59). La mayor consecuencia sexual de la EP es la vergüenza, que agrava aún más el problema. Afortunadamente, la EP suele ser el problema sexual masculino más fácil de resolver. He aquí cómo:
1. Recuerda que no se trata sólo de ti. Hacer el amor es placer, conexión y erotismo entre dos personas. Claro que los hombres pueden sentirse humillados cuando alcanzan el clímax antes de lo deseado, pero el verdadero problema es que se retiran con rabia, asco o vergüenza, lejos del momento sexual, lejos de su pareja. Equivocadamente, ella puede pensar que él está enfadado con ella, no con su propia mecha corta. La verdad es que a muchas mujeres no les importa su eyaculación rápida. Si ella está en la mayoría, ni siquiera llega al clímax con el coito. Ella quiere cercanía, tiempo sexy y su propio orgasmo. La queja real de ella suele ser que él se retira de la cama y la deja en la estacada. Intenta decirle: «¡Eres tan sexy que no he podido evitarlo!» Y manténgase en el juego hasta que ella termine también.
2. Orgasmo rápido. Vuelve a hacerlo. Mi intervención favorita para la eyaculación precoz es quitar el freno. Consigo que la pareja esté de acuerdo en que él vaya a por todas. La eyaculación es causada por dos cosas: la ansiedad y la estimulación erótica. Cuando se le prescribe alcanzar el clímax rápidamente, no hay ansiedad. Su disfrute del sexo aumenta rápidamente a medida que gana control y se permite pensamientos eróticos. Un segundo coito en un encuentro suele terminar con un clímax más lento.
3. Estimular todo el cuerpo. Aunque tradicionalmente es la mujer la que necesita un masaje corporal para calentar el momento sexual, a un hombre con EP le vendría muy bien. Aprende a experimentar el placer en todo su cuerpo en lugar de sólo la excitación en su pene. La difusión de las sensaciones descentraliza su obsesión y ansiedad por su rendimiento, centrándose en el placer.
4. Terapia sexual. A menos que el problema de la EP se complique por un trauma, una educación infantil severa o un malestar conyugal, la terapia sexual puede tener éxito en un plazo bastante corto. El tratamiento estándar utiliza pasos guiados de estimulación sexual progresiva para detenerse mucho antes de que él sienta la inevitabilidad del clímax. Si su pareja coopera y es entusiasta, el buen resultado está casi garantizado. A menudo, el mayor problema es que los hombres esperan demasiado tiempo para abordar el problema; la demora en obtener ayuda complica su relación y compromete la voluntad de su pareja de participar en el tratamiento.
5. Intervenciones médicas. Aunque estoy a favor de las técnicas conductuales, la intervención médica puede ayudar en ciertas situaciones. Los urólogos pueden recetar un antidepresivo de baja dosis del tipo inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), que tiene el notorio y, en este caso, útil efecto secundario de ralentizar el orgasmo. También están disponibles con receta médica los anestésicos tópicos en forma de aerosoles y cremas que adormecen la sensación de la piel del pene sin disminuir la sensación en la vagina de su pareja.
La eyaculación precoz es un problema difícil, pero la respuesta no tiene por qué serlo: sólo requiere la voluntad de tomar medidas. Deje de llegar al clímax rápidamente buscando ayuda rápidamente.