Si su hijo sufre una conmoción cerebral, puede asustarle pensar en los efectos que tendrá en su cerebro en desarrollo. La buena noticia es que más del 85% de las conmociones cerebrales se curan bien si se tratan adecuadamente desde el principio.

«El tratamiento temprano y adecuado evita que los niños tengan que venir a verme como neurólogo», dice el Dr. Sharief Taraman, neurólogo pediátrico y director del Programa de Conmociones Cerebrales del CHOC. «Es importante hacer todo lo que podamos para evitar que los niños sufran una conmoción cerebral, prevenir que se vuelvan a lesionar y tratarlos de la forma más agresiva y adecuada posible en las primeras etapas de intervención».

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Dr. Sharief Taraman, neurólogo pediátrico del CHOC.

Siga estos consejos para prevenir y tratar adecuadamente la conmoción cerebral. Si su hijo sufre una conmoción cerebral, asegúrese de consultar a su pediatra lo antes posible.

  1. Proteja un cerebro joven

A los atletas se les debe enseñar técnicas de juego seguras, el mantenimiento del equipo y a seguir las reglas del juego. Lleve siempre el casco cuando practique deportes de contacto como el fútbol, el hockey y el lacrosse, y durante actividades como la equitación, el ciclismo, el monopatín o el snowboard. Los cascos deben ajustarse correctamente y estar en buen estado.

  1. No pase por alto las señales

Una conmoción cerebral no siempre es evidente. Esté atento a estos signos en su hijo o adolescente, especialmente mientras practica deportes. Los síntomas pueden tardar hasta un día en aparecer después de un incidente.

  • Dolor de cabeza
  • Náuseas o vómitos
  • Problemas de equilibrio
  • Mareos
  • Problemas visuales
  • Fatiga o somnolencia
  • Sensibilidad a la luz o al ruido
  • Entorpecimiento u hormigueo
  • Aturdimiento o aturdimiento
  • Irritabilidad
  • Tristeza
  • Más emocional
  • Nerviosismo
  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Sentirse mentalmente «nublado»
  • Sentirse ralentizado
  • Confundido sobre los acontecimientos recientes
  • Dormir menos o más de lo habitual
  • Dificultad para concentrarse o recordar
  • Olvidar información o conversaciones recientes
  • Responde a las preguntas con lentitud o repite las preguntas

Solicite atención de emergencia inmediatamente si su hijo o adolescente ha experimentado pérdida de conocimiento durante cualquier cantidad de tiempo o presenta cambios en el estado de alerta, convulsiones o ataques, debilidad muscular, confusión persistente, vómitos repetidos, pupilas desiguales, movimientos oculares inusuales o problemas para caminar.

  1. Siéntese al margen

Lo más importante que debe hacer su hijo si se lesiona durante una actividad deportiva es dejar de jugar inmediatamente. Es fundamental que eviten más golpes, sacudidas o choques en la cabeza o la columna vertebral. Volver a jugar no merece la pena el riesgo. Recuerde que los signos de conmoción cerebral no siempre son claros, así que, en caso de duda, no juegue.

Es posible que los deportistas no quieran decir a su entrenador si han sufrido una conmoción cerebral. Anímelos a que se presenten si tienen una lesión, o si notan que un compañero de equipo está lesionado. Los atletas jóvenes nunca deben ignorar una lesión o un impacto en la cabeza.

  1. No se salte el tratamiento

Incluso una conmoción cerebral leve debe ser evaluada por un médico. Vaya a ver al pediatra de su hijo lo antes posible.

Cuando una conmoción cerebral es grave o los síntomas no desaparecen, hable con su médico para que lo remita al Programa de Conmociones Cerebrales de CHOC, que incluye especialistas en medicina deportiva pediátrica, neurólogos, neurocirujanos, neuropsicólogos y terapeutas de rehabilitación que están capacitados en el manejo de las conmociones cerebrales.

  1. No se apresure en la recuperación

El descanso es importante inmediatamente después de una conmoción cerebral. Durante 24-48 horas, su hijo debe quedarse en casa sin ir a la escuela y tener mucho tiempo de tranquilidad y descanso mental. Esto incluye limitar las actividades como:

  • Televisión
  • Mensajes de texto
  • Medios sociales
  • Lectura
  • Conducción
  • Hacer los deberes
  • Interacción social
  • Asistir a eventos ruidosos

Después de las primeras 24-48 horas, las actividades ligeras pueden ayudar a acelerar la recuperación. La mayoría de los niños deberían ser capaces de tolerar algo de escuela después de unos días. Si necesitan faltar más a la escuela que eso, póngase en contacto con la escuela y con su médico para ayudar a intervenir con ajustes a corto plazo. Antes de volver a hacer deporte, asegúrese de que los síntomas se han resuelto y obtenga la autorización del médico de su hijo.

  1. Prevenga futuras lesiones

Los padres, los entrenadores y los deportistas deben ser más precavidos para prevenir futuras conmociones cerebrales. Una conmoción cerebral ya es suficientemente dura, pero una lesión adicional es aún peor. Las investigaciones han demostrado que los golpes repetidos en la cabeza pueden tener efectos duraderos en el cerebro. Además, si un niño o un adolescente sufre una segunda conmoción cerebral antes de que se cure la primera, corre el riesgo de sufrir el síndrome del segundo impacto, una afección potencialmente mortal.

«El CDC ha calificado las conmociones cerebrales como una epidemia en Estados Unidos», afirma el Dr. Taraman. «Los niños realmente se meten en problemas si no se reconoce una conmoción cerebral, y si no tomamos las medidas adecuadas para que se mejoren y evitar esas segundas lesiones, que pueden ser catastróficas».

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