La apendicitis es una inflamación que puede provocar una infección del apéndice. Afecta al 7 por ciento de los estadounidenses y es la razón más común para que un niño necesite una cirugía abdominal de urgencia, según la Academia Americana de Médicos de Familia. Los jóvenes de entre 11 y 20 años son los más afectados. Un niño, especialmente un varón, puede tener un mayor riesgo de padecer apendicitis si otro miembro de la familia la ha padecido.

El apéndice es una pequeña estructura en forma de dedo unida al intestino grueso en la parte inferior derecha del abdomen. La apendicitis se produce cuando el apéndice se obstruye por un trozo de heces, un cuerpo extraño que se ha tragado o la inflamación de una infección. Las bacterias invaden entonces la pared del apéndice. Esto provoca más daños.

Si no se extirpa el apéndice infectado, el apéndice puede gotear o reventar. Esto puede causar una infección localizada o una afección potencialmente mortal llamada peritonitis.

No hay forma de prevenir la apendicitis. Es poco frecuente en los países en los que la población sigue una dieta rica en fibra, pero los expertos aún no han demostrado que dicha dieta la prevenga definitivamente.

Signos y síntomas

Los síntomas de la apendicitis en niños mayores y adolescentes son dolor abdominal, fiebre y vómitos. El dolor suele comenzar en el centro del abdomen, alrededor de la zona del ombligo. Más tarde, puede desplazarse hacia abajo y hacia la derecha.

Después de que comience el dolor abdominal, los niños mayores y los adolescentes con apendicitis suelen desarrollar fiebre, perder el apetito, sentir náuseas y pueden vomitar. Otros síntomas son la diarrea, la necesidad de orinar con frecuencia, las fuertes ganas de orinar, el estreñimiento y, a veces, los síntomas respiratorios.

En los niños menores de 2 años, los síntomas más comunes son los vómitos y el abdomen hinchado y distendido.

Diagnóstico

Puede ser difícil diagnosticar la apendicitis, especialmente en los niños más pequeños. Incluso los profesionales sanitarios con experiencia no son capaces de diagnosticarla el 100 por cien de las veces. Las pruebas de laboratorio, la ecografía y la tomografía computarizada, junto con la historia y el examen físico, son las más utilizadas para establecer un diagnóstico.

Tratamiento

La apendicitis es una emergencia médica que suele tratarse quirúrgicamente. Si el apéndice se extirpa quirúrgicamente antes de que reviente, las complicaciones son raras. La estancia en el hospital suele ser de 2 o 3 días. Si el apéndice se rompe, es necesaria una estancia hospitalaria más larga después de su extirpación.

En algunos casos, la apendicitis puede tratarse sólo con antibióticos, o mediante un drenaje realizado a través de la piel y, posteriormente, una apendicectomía.

Cuándo llamar a su proveedor de atención médica

Llame a su proveedor de atención médica inmediatamente si sospecha que su hijo tiene apendicitis. Esto le dará a su proveedor de atención médica más tiempo para confirmar el diagnóstico y extirpar el apéndice infectado antes de que se filtre o reviente y propague la infección. Si no puede ponerse en contacto con el médico, no espere, vaya directamente a urgencias.

Si parece que su hijo puede tener apendicitis, no le dé analgésicos ni nada para comer o beber. Tener el estómago vacío acelera la preparación para la cirugía, si es necesaria.

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