El nuevo complejo, según el diseño inicial de los arquitectos de Miller Hull Partnership y Berger Partnership, triplicaría el espacio del desgastado centro actual, con un nivel superior con vistas al lago, salas de cuidado infantil y de actividades, un salón de bienvenida abovedado, un gimnasio, vestuarios y dos piscinas.
Los arquitectos utilizaron las aportaciones de las jornadas de puertas abiertas en línea para esbozar el proyecto de 90.000 pies cuadrados, que podría costar más del triple que el centro comunitario más caro que Seattle ha construido nunca.
La última estimación es de 100 a 120 millones de dólares para el diseño, la ingeniería y la construcción, dijo David Graves, un asesor estratégico del Departamento de Parques. El nuevo centro y piscina de Rainier Beach, que se completó en 2013, costó 32 millones de dólares, dijo Graves.
Probablemente falten al menos cinco años para la construcción, con más trabajo de diseño por venir, y el plan podría muy bien cambiar. Por el momento se ha reservado poco dinero.
Pero el diseño conceptual ha entusiasmado a Michael Cuadra, que vive cerca y forma parte del consejo asesor del centro comunitario. A pesar de su estrechez y de lo anticuado de sus instalaciones, el centro actual recibe más de 250.000 visitantes al año (en épocas no pandémicas).
«Han diseñado un centro precioso», dijo Cuadra. «Cuando pensamos en la comunidad, eso es lo que es: un lugar donde la gente de cualquier edad, raza, religión, ingresos y capacidad pueden estar juntos». El Departamento de Parques también está trabajando en un plan para reemplazar el Centro Comunitario de Lake City, un edificio de poca altura con escasas comodidades en un barrio en crecimiento.
Usado durante generaciones
Seattle no tiene un «parque central» singular. Pero el parque Green Lake, diseñado en 1908 por los renombrados hermanos Olmsted, ha sido durante mucho tiempo el espacio público más visitado de la ciudad. El área que rodea el centro comunitario incluye canchas de baloncesto y tenis, campos de juego y una playa para nadar.
A lo largo de los años se han hecho cambios en la zona, con un cobertizo para botes construido en 1945, la adición de la piscina Evans del centro construida en 1955 y un parque infantil construido en 1969 (que ha sido renovado desde entonces). Los sicomoros plantados en hileras en 1929 para crear un allée (paseo ajardinado) siguen en pie.
Las canchas de baloncesto al aire libre son legendarias en la escena del pickup-hoops de Seattle. Innumerables niños han tomado clases de natación bajo el distintivo caparazón de hormigón que se arquea sobre la piscina Evans.
«Es donde la gente ha aprendido a nadar durante generaciones», dijo Cuadra, que participa activamente en la logia de masones del barrio.
El centro existente está en mal estado. Un ejemplo: El mismo día del año pasado que el Departamento de Parques solicitó ofertas para diseñar un nuevo complejo, la piscina tuvo que cerrar por reparaciones. El edificio cerró este mes de marzo cuando se produjo la pandemia de COVID-19.
El Departamento de Parques está aprovechando la oportunidad para llevar a cabo «trabajos de estabilización», con la esperanza de que las nuevas calderas y la ventilación mantengan el complejo utilizable hasta, al menos, el año 2025, cuando podría ser demolido.
La opinión de los vecinos
El Departamento de Parques tenía la intención de solicitar opiniones sobre el nuevo centro como siempre, a través de reuniones presenciales. Pero el virus echó por tierra esa estrategia y, en su lugar, organizó jornadas de puertas abiertas por Internet.
En mayo, el Departamento de Parques preguntó por seis posibles ubicaciones, entre ellas la casa de baños del parque, su campo de golf y el cercano Woodland Park. Unas 6.600 personas visitaron la página web en mayo y unas 3.200 respondieron a las preguntas, eligiendo el lugar actual como su ubicación preferida.
En julio, el Departamento de Parques preguntó sobre tres posibles diseños: una opción de «pabellón del parque»; una opción de «porche junto al lago» cerca de la playa; y una opción de «conector urbano» cerca de la calle. Alrededor de 2.000 personas visitaron el sitio web en julio y unas 700 dieron su opinión.
El Departamento de Parques envió tarjetas postales sobre las jornadas de puertas abiertas a más de 4.000 direcciones del barrio, publicó folletos y promocionó los sitios web en las redes sociales. Los empleados de otros centros comunitarios se encargaron de difundir la información.
En ambas jornadas de puertas abiertas, al menos el 80% de las personas que respondieron dijeron ser de raza blanca y más del 70% dijeron ser propietarios de una vivienda. En mayo, sólo el 6% tenía menos de 30 años. Los modos de transporte eran más diversos: el 39% solía visitar el centro de Green Lake en coche, el 35% a pie, el 17% en bicicleta o patines y el 7% en transporte público.
Andrea Regateiro, que visitaba el centro existente con su hijo pequeño casi todos los días antes de la llegada de COVID-19, no tuvo la oportunidad de participar en las jornadas de puertas abiertas, dijo la semana pasada durante un paseo por el lago.
Regateiro echará de menos el edificio art decó si es demolido. «Necesita mantenimiento, pero no lo derribaría», dijo.
Nuevo diseño
Después de las jornadas de puertas abiertas, los arquitectos de la ciudad seleccionaron elementos populares de cada opción de diseño para crear su plan.
Mantuvieron el centro en el mismo lugar que el edificio actual, preservando los campos de juego del parque y el paseo de los sicomoros. Pero trasladaron el aparcamiento más cerca de la calle y el parque infantil más cerca de la playa. También añadieron un porche junto al lago y enormes ventanales, para aumentar la luz natural y las vistas.
El césped que rodea el actual parque infantil desaparecería. Se plantarían nuevos árboles en otro lugar. Las canchas de baloncesto al aire libre sólo se desplazarían ligeramente, y podrían añadirse canchas de bochas. El vestíbulo de bienvenida del complejo iría de este a oeste, dividiendo la estructura.
La sección norte del complejo albergaría las dos piscinas y los vestuarios. La sección sur albergaría el gimnasio y un centro de higiene. La guardería y las salas de actividades se situarían frente al lago en dos niveles.
El diseño permitiría utilizar el gimnasio y el centro de higiene como refugio para personas sin hogar en caso de mal tiempo, dijo Graves. El gimnasio seguiría estando situado junto a las canchas de baloncesto al aire libre, con puertas de garaje que podrían levantarse para los torneos de interior-exterior, dijo.
El proyecto fue asignado 1 millón de dólares este año por el Ayuntamiento, con ese dinero cubriendo el diseño conceptual y otros trabajos de la fase inicial.
Aunque el «techo de cáscara de huevo» de la piscina de hormigón ultrafino podría ser designado como un hito, el Departamento de Parques espera demoler el edificio, dijo Graves. El nuevo diseño podría incorporar un guiño a la parte superior histórica, dijo.
Otra jornada de puertas abiertas, disponible en línea hasta el 4 de diciembre, incluye una encuesta sobre los posibles servicios, incluyendo un tobogán de agua y una pared de escalada.
Anna Gomersall, una estudiante universitaria que visitó Green Lake la semana pasada, dijo que las pistas de tenis cubiertas serían una ventaja. Neha Patadia, que pasó por allí con sus hijos, quiere ver programas que conecten a los niños con la naturaleza, dijo.
Otra cuestión es cómo recaudar 120 millones de dólares. Antes de que el proceso de diseño hiciera crecer el alcance del proyecto, la ciudad asumió que el Distrito de Parques de Seattle pagaría. Se suponía que el distrito de impuestos sobre la propiedad iba a adoptar un nuevo presupuesto de seis años este año, tal vez con una tasa de impuestos más alta. Ese proceso se pospuso debido a COVID-19, y la última estimación de costos significa que probablemente también será necesario recurrir a otras fuentes, dijo Graves, mencionando subvenciones y bonos municipales.
En 2017, el Departamento de Parques abordó la idea de asociarse con una organización sin fines de lucro como la YMCA para ayudar a construir y administrar un nuevo centro de Green Lake. Archivó esa estrategia después de que algunos vecinos plantearan su preocupación por la privatización.
Algunos críticos pueden cuestionar el precio de 120 millones de dólares, como lo hicieron hace un siglo cuando el Ayuntamiento aprobó una oferta de 120.000 dólares para construir el edificio actual.
«El Ayuntamiento está haciendo gala de algunas ideas altisonantes en las llamadas casas de campo que está construyendo en la propiedad de la Junta de Parques», se quejaba entonces una columna del Seattle Times.
Los partidarios pueden señalar el tiempo que el centro existente ha servido al barrio, y cuántas vidas podría mejorar el nuevo complejo. Atraería a visitantes de todo el norte de Seattle, coordinándose con centros más pequeños, dijo Graves.
«Es algo que va a estar en servicio durante mucho tiempo», dijo Cuadra. «Es algo que van a disfrutar millones de personas».
El nuevo centro de Lake City, que podría albergar un gimnasio y salas de cuidado infantil, también será considerado para el apoyo del Distrito de Parques el próximo año. El Ayuntamiento ya ha destinado 16,5 millones de dólares a ese proyecto.
Sopesar el plan para un nuevo y excepcional centro de Green Lake frente a las necesidades de otros parques de la ciudad «es el siguiente paso», dijo Graves.