• Los audífonos digitales programables tienen todas las características de los audífonos analógicos programables pero utilizan el procesamiento digital del sonido (DSP) para convertir las ondas sonoras en señales digitales. Un chip informático en el audífono analiza las señales para determinar si el sonido es ruido o habla. A continuación, realiza modificaciones para proporcionar una señal clara, amplificada y sin distorsiones.hearing-aids-explained

Los audífonos digitales suelen ser autoajustables. El procesamiento digital permite una mayor flexibilidad en la programación del audífono. De este modo, el sonido que transmite se ajusta a su patrón específico de pérdida auditiva.

Esta tecnología digital es la más cara, pero ofrece muchas ventajas. Las principales ventajas son:

    Mejora de la programabilidadMayor precisión en la adaptaciónGestión de las molestias por volumenControl de la retroalimentación acústica (sonidos silbantes)Reducción del ruido

Algunos audífonos pueden almacenar varios programas. A medida que su entorno de escucha cambia, usted puede cambiar los ajustes del audífono. Esto suele hacerse pulsando un botón del audífono o utilizando un mando a distancia para cambiar de canal. El audiólogo puede reprogramar el audífono si su audición o sus necesidades auditivas cambian.

Estos audífonos son más caros que los audífonos analógicos convencionales. Sin embargo, suelen tener una vida útil más larga y le proporcionan una mejor audición en diferentes situaciones auditivas.

  • Los audífonos analógicos convencionales están diseñados con una respuesta de frecuencia concreta basada en su audiograma. El audiólogo indica al fabricante qué ajustes debe instalar. Aunque hay algunos ajustes, el audífono amplifica esencialmente todos los sonidos (habla y ruido) de la misma manera. Esta tecnología es la menos costosa y puede ser adecuada para muchos tipos diferentes de pérdida auditiva.
  • Los audífonos analógicos programables tienen un microchip que permite al audiólogo programar el audífono para diferentes entornos de escucha. Algunos ejemplos de entornos son las conversaciones tranquilas en casa, las situaciones ruidosas, como un restaurante, o las áreas grandes, como un teatro. Los ajustes de programación dependen de su perfil de pérdida auditiva individual, su comprensión del habla y su rango de tolerancia a los sonidos más fuertes.

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