A todos nos encanta la idea de tomarnos un descanso, disfrutar de una lujosa mascarilla facial y, de paso, cosechar sus múltiples recompensas y beneficios. Sin embargo, también es muy probable que estés cometiendo algunos errores comunes que reducirán la eficacia de tu mascarilla facial. Echa un vistazo a estos consejos y sugerencias a continuación para asegurarte de que sacas el máximo partido a tu tratamiento.
1. Preparar la piel
Antes de pensar en aplicar una mascarilla facial, debes desmaquillarte y exfoliar tu rostro incluyendo la zona T, el área de las cejas y la línea de la mandíbula. Esto abrirá y destapará los poros, permitiendo que la mascarilla facial penetre más profundamente y extraiga la suciedad, las bacterias y los puntos negros desde el origen.
2. Abrir los poros
Para potenciar el potencial de tu mascarilla facial, prueba a vaporizar tu piel antes para abrir aún más los poros tomando una ducha caliente, utilizando un vaporizador facial o colocando un paño caliente sobre tu cara durante unos segundos.
3. Considere la posibilidad de realizar micro-needling
Además, pruebe el micro-needling para añadir otro impulso a su máscara facial. El uso de un rodillo casero como el sello de belleza de la enfermera Jamie, 42 €, ayudará a crear microcanales para que los ingredientes se absorban mejor por la piel, a la vez que promueve la producción de colágeno.
4. Adapta el tratamiento a tu tipo de piel
Asegúrate de elegir una mascarilla facial que se dirija a tus zonas problemáticas y problemas cutáneos específicos evaluando tu piel a fondo antes de elegirla. Esto es especialmente importante si te vas a ir de viaje o acabas de volver de unas vacaciones, o si se acerca tu periodo y quieres hacer frente a los brotes hormonales.
5. Aplicación
Si vas a intentar aplicar varias mascarillas, asegúrate de mirar los diferentes tiempos recomendados y aplícalos en orden de mayor a menor tiempo de aplicación para evitar que se eliminen de forma desordenada. También intenta aplicar las máscaras faciales utilizando un cepillo para máscaras faciales como el cepillo facial de Origins, 12€, que aumenta la precisión de dónde aplicas la máscara facial así como reduce la cantidad de bacterias que se transfieren de tus manos a tu piel.
6. Haz capas
¿Quieres ahorrar tiempo y tratar diferentes zonas problemáticas con más de una mascarilla? No hay problema, construye mascarillas una encima de otra para ayudar a mejorar la penetración, así como para ayudar a sellar los ingredientes.
7. Poner un temporizador
Si tiendes a hacer varias tareas mientras tu mascarilla se seca o te quedas atascado viendo un programa o una película, asegúrate de poner un temporizador para no dejarlo demasiado tiempo, nos lo agradecerás después.
8. Cerrar los poros
Has hecho la preparación y dominado la aplicación, pero no te olvides de la rutina posterior a la mascarilla. Cerrar los poros es una parte esencial del proceso para retener los ingredientes curativos de la mascarilla y evitar que la suciedad siga penetrando en los poros recién limpiados. Hazlo lavando la mascarilla con agua fría.
9. Hidratar
Otra forma de sellar esos lujosos ingredientes es hidratando. Trata tu piel con un suave masaje para promover la circulación sanguínea y la absorción de los ingredientes. Esto también optimizará la hidratación de tu piel con los ingredientes de la crema hidratante que quitan la sed y te permitirá omitir la máscara facial ocasional sin sentirte culpable, sabiendo que sigues con tu rutina habitual de cuidado de la piel.
10. No te excedas
Las mascarillas faciales pueden parecer el último tratamiento nocturno de lujo para tu piel, pero ten cuidado de no superponer demasiadas mascarillas ya que esto puede causar irritación. Limítate a aplicar sólo dos mascarillas a la vez y limita el número de ellas que utilizas a la semana, en función de la sensibilidad de tu piel y de la potencia de los ingredientes y fórmulas de cada mascarilla. Esto ayudará a evitar que las zonas problemáticas se agudicen.