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Sus padres mueren y Beethoven recibe lecciones de Mozart y Haydn.

– El contacto con la acaudalada familia von Breuning aporta a Ludwig un consuelo emocional e intelectual que nunca tuvo en casa. Comienza a dar clases para conseguir dinero para su madre enferma y su padre alcohólico.

– En abril de 1787, Beethoven realiza su primera visita a Viena. Mozart se queda prendado de la capacidad de extemporaneidad de Beethoven y anuncia que «un día dará que hablar al mundo».

– La estancia de Beethoven en Viena se ve interrumpida por la noticia de que su madre se está muriendo de tuberculosis. Él está allí en el momento de su fallecimiento y su miserable estado queda grabado en su memoria de por vida.

– Con su padre cayendo en la bancarrota y perdiendo rápidamente el control de la realidad, Beethoven se convierte en el principal asalariado, mantenido por admirados benefactores y tocando la viola en la orquesta del teatro de la corte de Bonn.

– Las esperanzas de recibir clases con Mozart se desvanecen cuando el genio austriaco muere prematuramente en 1791, con sólo 35 años. La situación se salva cuando al año siguiente Haydn ofrece a Beethoven la posibilidad de recibir lecciones con él en Viena.

– Beethoven resuelve buscar su fama y fortuna en la capital austriaca, como dijo un amigo cercano, el conde Waldstein, «para recibir el espíritu de Mozart de manos de Haydn». El compositor no volverá a ver Bonn.

– La noticia de la muerte de su padre no apaga el ardor de Beethoven, que se dispone con entusiasmo a armarse de «madera, una peluca, café, medias de seda negra, un abrigo, botas, zapatos y un piano-escritorio».

– A lo largo de la década de 1790, Beethoven trabaja día y noche para asegurarse el interés de ricos mecenas. Es una medida de su éxito que a finales de siglo se haya convertido en el primer compositor independiente de éxito.

– Tal es la repercusión de Beethoven que al año de llegar a Viena se le da un apartamento en el palacio del Conde Lichnovsky, donde los sirvientes tienen instrucciones de responder al timbre de Beethoven incluso antes que el del propio Conde.

– Las lecciones con Haydn resultan ser una especie de bendición mixta. A pesar de su veneración por el compositor mayor, el espíritu revolucionario de Beethoven le lleva por nuevos caminos que Haydn se resiste a seguir.

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