El síndrome del intestino irritable (SII) puede ser doloroso, molesto y embarazoso. Actualmente no hay cura para esta compleja afección, y controlar sus síntomas y brotes es complicado. Por lo tanto, los mecanismos de adaptación son una necesidad constante.

¿Cuáles son los síntomas del SII?

El SII es un trastorno gastrointestinal en el que el intestino se vuelve más sensible y los músculos del sistema digestivo tienen contracciones anormales. Las personas con SII suelen tener dolor abdominal junto con cambios frecuentes en los hábitos intestinales (diarrea, estreñimiento o alternancia de ambos). Otros síntomas comunes son

  • hinchazón y gases
  • muchas ganas de defecar, pero ser incapaz de hacerlo
  • mantenimiento incompleto de las deposiciones
  • necesidad urgente de defecar.

Debido a que nadie conoce las causas del SII, es imposible prevenirlo. Una vez diagnosticado, el objetivo es centrarse en controlar la enfermedad. Puede hacerlo identificando los desencadenantes específicos de los síntomas del SII y adoptando estrategias para hacerlos menos graves y frecuentes.

Los enfoques más comunes son los cambios en la dieta -eliminando o reduciendo los alimentos problemáticos- y las técnicas de gestión del estrés, como el yoga, la meditación, la acupuntura y la terapia cognitiva conductual. También pueden ayudar ciertos suplementos y medicamentos de venta libre y con receta. Su médico puede ayudarle a poner en práctica estas estrategias y aconsejarle qué medicamentos debe tomar.

Cómo afrontar el SII en el día a día

Las personas suelen necesitar ayuda adicional, especialmente cuando se trata de afrontar la incomodidad y la agitación emocional que supone vivir con el SII. He aquí algunas formas de obtener el apoyo adicional que pueda necesitar.

Únase a un grupo de apoyo. Hablar con otras personas que se enfrentan al síndrome del intestino irritable puede ayudarle a sobrellevar el estrés y la ansiedad del trastorno. La comunidad en línea Grupo de Autoayuda y Apoyo para el Síndrome del Intestino Irritable ofrece apoyo moral e información, incluyendo noticias sobre estudios recientes sobre el SII.

Prepárese para las salidas públicas. No deje que el SII le impida disfrutar de una vida social activa. Ser consciente de su SII puede ayudarle a evitar posibles problemas. Por ejemplo, fíjese siempre en el baño más cercano e intente sentarse cerca de él. Cuando coma fuera, intente revisar el menú con antelación. Si no hay comidas agradables, puedes comer de antemano. Además, no tengas miedo de irte a dormir temprano si el síndrome del intestino irritable está actuando. La gente entenderá si dices que simplemente no te sientes bien.

Comparte con alguien. No es necesario que todo el mundo conozca su síndrome del intestino irritable, pero dígaselo a algunos amigos y compañeros de trabajo para que puedan cubrirle cuando aparezcan los síntomas.

Tenga a mano un kit de emergencia. Tenga siempre a mano ropa interior de repuesto, ropa, papel higiénico, toallitas húmedas y una bolsa de plástico grande por si acaso.

No se apresure a defecar. Esto puede ayudar a reducir el estrés de tener que usar el baño todo el tiempo. Reserve una hora u horas regulares cada día para defecar. Date el tiempo que necesites para poder relajarte. Cuando empuje, asegúrese de evitar un esfuerzo excesivo. Puede ser útil elevar los pies con un taburete.

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