• Una nueva prueba ayuda a detectar la rigidez de la aorta, que suele provocar graves problemas cardíacos

Comprobar el pulso en el dedo podría predecir el riesgo de enfermedades cardíacas, según un estudio.

ADVERTENCIA

Los investigadores descubrieron que el pulso del dedo puede medir la rigidez de la aorta, un factor de riesgo común para las enfermedades del corazón.

En el nuevo procedimiento se coloca un instrumento llamado transductor en el dedo o sobre la arteria braquial, situada en el interior del brazo justo debajo del codo.

Tacto mágico: Una prueba administrada a través del dedo podría ayudar a detectar el riesgo de un individuo de contraer problemas cardíacos

La lectura, combinada con la edad y el índice de masa corporal de una persona, permite a los médicos saber si la aorta se ha endurecido.

Haga clic aquí para cambiar el tamaño de este módulo

Actualmente, los médicos tienen que registrar el pulso de la arteria carótida en el cuello y de la arteria femoral en la ingle para comprobar si la aorta está endurecida.

La prueba del dedo es más fácil de registrar y casi igual de precisa, dijo Gary Pierce, de la Universidad de Iowa, cuyo trabajo de desarrollo del procedimiento se publicó en la revista American Journal of Physiology – Heart and Circulatory Physiology.

También funciona mejor con los pacientes obesos, en los que es difícil registrar un pulso femoral preciso.

Emergencia: La innovadora prueba podría reducir el número de infartos

El profesor Pierce dijo: «La técnica es más eficaz porque es fácil obtener una sola onda de pulso en el dedo o en la arteria braquial».

«También puede obtenerse fácilmente en la clínica durante exámenes rutinarios similares a las pruebas de presión arterial.

Dado que las personas pueden vivir durante años sin conocer los problemas cardiovasculares existentes, esta nueva herramienta de medición es especialmente importante, dijo.

ADVERTENCIA

‘Encontrar métodos sencillos y no invasivos para medir la velocidad de la onda de pulso aórtica en la clínica puede ayudar a los médicos a informar mejor a los adultos de mediana edad y mayores sobre su nivel de riesgo cardiovascular.’

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.