Si alguna vez ha presenciado a un gran narrador en acción, comprenderá de primera mano lo poderoso que es contar historias como forma de comunicación. El acto de contar historias está profundamente arraigado en la cultura humana, de hecho los antropólogos nos dicen que contar historias es fundamental para la existencia humana.
«La risa es un sonido increíblemente primario que significa «me identifico completamente con esa idea». Y es algo realmente poderoso cuando oyes a un montón de gente identificarse en voz alta con una idea al mismo tiempo».
Ya sea al hacer un brindis en una boda, al relatar una experiencia fundamental en tu vida o incluso al hacer una entrevista de trabajo, todo implica el acto de contar historias. Ser capaz de hacer reír a la gente con tus historias es aún mejor: como dice el cómico Jeff Simmermon, «la risa es un sonido increíblemente primario que significa «me identifico completamente con esa idea». Y es algo realmente poderoso cuando oyes a un montón de gente identificarse en voz alta con una idea al mismo tiempo»
Hay muchas formas diferentes de crear risas en cualquier entorno en el que te encuentres. Brightful Meeting Games es una de las formas más sencillas: basta con compartir un enlace con tus amigos o colegas y jugar a algunos juegos para romper el hielo en línea. Es la forma perfecta de preparar una sala para tu hilarante historia.
Entonces, ¿cómo podemos contar historias más divertidas? Aquí tienes algunos consejos básicos para empezar.
1. No te limites a contarla… ¡vívela!
Si estás contando una historia que te ha ocurrido, no te limites a contarla, ¡revive el momento! El público se contagiará de tu entusiasmo y se sentirá atraído por el drama.
2. Sé paciente con la construcción
Una historia divertida se parece mucho a un chiste, requiere que se construya lentamente el contexto. Utiliza un lenguaje descriptivo, señala los pequeños detalles. Esto pintará una imagen vívida para la imaginación de tu audiencia.
3. El final es lo más importante
El final debe ser siempre la parte más divertida. Por eso tu introducción es tan importante, debe establecer la situación humorística. Cuando construyas tu chiste/historia, asegúrate de incluir algún tipo de remate. Sigue contando y experimentando hasta que sea realmente bueno.
4. No cortes las esquinas
Si te saltas la preparación o el contexto y pasas directamente a la parte graciosa, perderás a tu público. Una buena historia requiere un buen ritmo.
5. Aprende a reírte de ti mismo
Avergonzarte de ti mismo es una de las formas más fáciles de convertirte en un narrador atractivo. Cuando sucede algo que te deja un poco raro o un poco fuera de lugar, automáticamente te proporciona una historia divertida.
6. No cuentes toda la historia
Aquí es donde entra el «humor de situación». Una buena historia tendrá un elemento de tensión, por lo general es el no saber qué va a pasar a continuación. Aquí es donde el contexto juega un papel importante. Aprende a pensar con rapidez y a mantener al público en vilo. Además, dejar al público en suspenso es otra forma de aumentar la tensión y hacer que el público se ría más.
7. Sé tú mismo
No te preocupes por parecerte a los personajes de tus programas de humor favoritos, ¡sé tú mismo! A medida que te sientas más cómodo contando chistes o historias, empezarás a reflejar de forma natural las actitudes de tus personajes favoritos.
8. Céntrate en temas relacionables
No todo el mundo va a tener el mismo humor, pero hay algunos temas universales que serán universalmente hilarantes. Historias o chistes que exploren el dolor humano, las relaciones, nuestra vida cotidiana, la sobrecarga sexual, la familia, la cultura… siempre hacen buen humor.
9. Si te equivocas, sigue
Es más probable que el público se ría cuando te equivocas, que cuando aciertas. Así que si te tropiezas accidentalmente con el remate, utilízalo en tu favor.
10. Lee, relee, escribe
Esto puede parecer obvio, pero no hay nada que sustituya a la práctica. Cuanto más escribas y cuentes historias, mejor serás.