Los siguientes síntomas son graves y si notas alguno debes asegurarte de buscar atención médica inmediatamente.
Somnolencia/letargo
Si la fiebre se ha apoderado realmente de un bebé y ha pasado el punto de irritabilidad, entonces puede empezar a estar somnoliento y aletargado y no necesitarás un termómetro para saber que algo no va bien. Es posible que empiece a balancearse, a bajar el cuello y a parecer medio dormido. Este síntoma puede pasar desapercibido por el hecho de que el bebé sólo tiene sueño. Sin embargo, si tu bebé está somnoliento o aletargado y presenta alguno de los otros síntomas, es hora de que busques la opinión de un médico profesional
Problemas respiratorios
Una fiebre fuerte que no se haya tratado con rapidez puede hacer que tu bebé tenga problemas respiratorios. Parecerá completamente sin aliento y su estómago parecerá «absorbido». Esto puede o no estar relacionado con la fiebre, pero definitivamente es algo que necesita ser examinado por un profesional médico inmediatamente, siendo un termómetro completamente inútil en este punto, incluso si tuvieras uno.
Vómitos
Otro síntoma de que tu bebé tiene fiebre que no necesitas un termómetro para diagnosticar son los vómitos. Un bebé necesita comida con mucha más urgencia que los adultos, así que si le sube la leche/comida puede ser preocupante. No obstante, es normal que los bebés vomiten la leche, sobre todo si son alimentados con biberón, así que no utilices este síntoma para diagnosticar nada. Comprueba primero los demás síntomas de la fiebre antes de sacar conclusiones precipitadas.
Conclusión
Aunque existen algunos métodos para saber si tu bebé tiene fiebre sin necesidad de un termómetro, te recomendamos que te hagas con uno, ya que son relativamente baratos. Al igual que con la mayoría de los posibles problemas médicos de un bebé, es importante mantener la calma y no dejarse llevar por el pánico, pero al mismo tiempo, si su bebé presenta algunos de los síntomas más graves, es el momento de salir de Internet y buscar atención médica real.