¿Qué es el cambio estructural?
El cambio estructural se refiere a un cambio dramático en la forma en que funciona una industria o un mercado, generalmente provocado por los grandes desarrollos económicos.
Las claves
- El cambio estructural se refiere a un cambio dramático en la forma en que funciona un país, industria o mercado, generalmente provocado por grandes desarrollos económicos.
- La clave para llevar a cabo el cambio estructural es el dinamismo que es inherente a ese sistema.
- El cambio estructural suele ser provocado por la innovación tecnológica, los nuevos desarrollos económicos, los cambios globales en los grupos de capital y mano de obra, los cambios en la disponibilidad de recursos, los cambios en la oferta y la demanda de recursos y los cambios en el panorama político.
Entender el cambio estructural
El cambio estructural modifica los supuestos utilizados para determinar los cursos de acción, por ejemplo, cambiando la forma en que se procesan las órdenes de mercado. Uno de los principales motores del cambio estructural es la innovación. Las áreas de la economía con grandes componentes de investigación y desarrollo (I&D) podrían tener grandes impactos en la metodología existente.
Por ejemplo, la llegada del teléfono inteligente supuso un enorme cambio tanto para las empresas como para los consumidores, ya que productos como las linternas y las cámaras fotográficas vieron cómo disminuía su demanda al estar su funcionalidad al alcance de todos como parte de un dispositivo compacto cuyo uso principal era otro. Esto condujo al desarrollo de «apps» (aplicaciones) para todo, incluido el control de una cuenta bancaria o comercial, la búsqueda de información y la realización de compras.
Otros factores que a menudo pueden desencadenar un cambio estructural son los nuevos desarrollos económicos, los cambios globales en los grupos de capital y mano de obra, los cambios en la disponibilidad de recursos debido a guerras o desastres naturales, los cambios debidos a la oferta y la demanda de todos los recursos, y los cambios en el panorama político con la llegada al poder de un nuevo régimen o las grandes revisiones de las leyes existentes, especialmente en lo que respecta a la regulación de las empresas y los impuestos.
No sólo las empresas tendrán que adaptarse al nuevo orden, también lo harán los mercados. Por ejemplo, en el mercado de futuros, el crudo suele estar en contango, lo que significa que el petróleo para entrega en el futuro está más valorado que el petróleo al contado. Si se producen recortes en la producción, ya sea por decreto de los países productores o por inestabilidad política en las regiones productoras del mundo, surgirá el temor a la escasez de reservas. El mercado del petróleo puede sufrir entonces un cambio estructural. La demanda de petróleo a corto plazo puede aumentar, ya que la gente teme que los niveles de suministro sean menores en el futuro. En consecuencia, el mercado puede pasar a la retracción, donde el petróleo actual es más valioso que el futuro.
Tecnología y cambio estructural
Los avances en la agricultura condujeron al aumento de la agricultura industrial. Incluso los sindicatos provocaron cambios en el lugar de trabajo que obligaron a las empresas a adaptarse. La proliferación tecnológica está provocando un cambio estructural en las industrias de servicios con las compras en línea, los quioscos de autopedido en los restaurantes de comida rápida y los dispositivos operados por voz para acceder a la información y pedir productos sin utilizar una llamada telefónica o, incluso, un ordenador.
A nivel de país, los cambios estructurales en la productividad podrían transformar una economía de una nación en desarrollo a una emergente y, finalmente, a una nación desarrollada. El progreso técnico se considera crucial para provocar el cambio estructural, ya que implica la obsolescencia de las habilidades, las vocaciones y los cambios permanentes en el gasto y la producción.
La clave para llevar a cabo el cambio estructural es el dinamismo inherente a ese sistema. En la actualidad, la globalización está impulsando el cambio estructural que hace que las economías del mundo se adapten, y eso es posible únicamente gracias a la naturaleza dinámica del sistema económico mundial.