Los tumores de células claras se encuentran con frecuencia en un estadio temprano y, por tanto, pueden curarse con cirugía. Mediante el examen clínico o las técnicas de imagen preoperatorias, se ha informado de que los tumores oscilan entre 3 y 20 cm. La mayoría de los tumores de ovario son benignos y rara vez se extienden más allá del ovario. Por lo tanto, la extirpación quirúrgica del ovario o la extirpación parcial del mismo es suficiente para el tratamiento de los tumores malignos. Cuando se diagnostican más allá del estadio 1 de la FIGO (Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia), las pacientes suelen tener un mal pronóstico. Si los tumores malignos hacen metástasis y se extienden por todo el cuerpo, pueden ser potencialmente mortales. Se ha descubierto que los tumores de células claras son resistentes a la quimioterapia convencional con platino y taxanos. Aunque se desconoce la causa de esta quimiorresistencia, hay investigaciones que proporcionan una explicación parcial de este hecho. Por ejemplo, los estudios demuestran que las células de los tumores de células claras proliferan a tasas más bajas que las de los adenocarcinomas serosos, lo que podría contribuir a una menor respuesta de los tumores de células claras a las quimioterapias.
Dado que las opciones de tratamiento son limitadas para las pacientes con cáncer de ovario de células claras, los investigadores están estudiando biomarcadores o vías específicas que podrían ayudar a desarrollar futuros tratamientos. Estas pacientes son buenas candidatas para las terapias dirigidas, ya que el estándar no ayuda adecuadamente a su cuidado. Algunas de las dianas terapéuticas sugeridas son las vías PI3K/AKT/mTOR, VEGF, Il-6/STAT3, MET y HNF-1beta. Un mejor conocimiento de la heterogeneidad genómica también proporcionaría un enfoque personalizado para identificar las dianas de tratamiento para las pacientes con tumores de células claras que comparten fenotipos similares. El desarrollo de opciones más potentes también es beneficioso porque el cáncer de ovario es la quinta causa de muerte por cáncer en las mujeres y es uno de los cánceres ginecológicos más letales.