Resumen del caso

Este caso presenta a una mujer de 42 años que se queja de dolor en el pezón derecho, masa palpable y secreción no sanguinolenta del pezón. La paciente informó de una historia de reducción de mama bilateral y sin antecedentes familiares de cáncer de mama. La localización subareolar de la hinchazón y la masa de la paciente complicó el diagnóstico al limitar la exploración física. La mamografía diagnóstica reveló una masa de 3,8 cm con bordes macrolobulados y parcialmente obstruidos. La ecografía demostró una masa sólida ovoide. La imagen radiológica de esta lesión mamaria no pudo excluir la malignidad, lo que dio lugar a la clasificación BI-RADS 4a. Dadas las características sospechosas de esta lesión y el contexto clínico, se realizó una aspiración con aguja fina, que mostró un epitelio escamoso con abundante queratina en forma de cesta.

CONCLUSIONES DE LA IMAGEN

Una mamografía digital diagnóstica reveló tejido bilateralfibroglandular disperso, calcificaciones bilaterales de aspecto benigno y una gran masa en la mama derecha subareolar inmediata que medía 3,8 × 2,1 cm (figura 1). La masa presentaba bordes macrolobulados y el borde medial estaba parcialmente oculto por el parénquima. La ecografía mostró una masa sólida ovoide bien circunscrita en la mama derecha subareolar inmediata que medía 3,5 × 1,5 cm (figura 2).

DIAGNOSIS

Quiste de inclusión epidérmica de la mama roto, que dio lugar a cambios inflamatorios locales que incluían hinchazón del pezón y secreción no sanguinolenta. Basándose en la mamografía y la ecografía de una masa mamaria subareolar sólida y ovalada circunscrita de 3,8 cm, no se pudo excluir ni el filodestumor ni el fibroadenoma de mama.

DISCUSIÓN

Un quiste de inclusión epidérmico es el quiste cutáneo o subcutáneo más común, y está revestido por epitelio escamoso estratificado que contiene una capa granular y queratina laminar.1,2 Se producen con frecuencia en la cara, el cuero cabelludo, el cuello y el tronco; sin embargo, se encuentran muy pocos en las mamas.1-5 Un quiste epidérmico rara vez se calcifica, pero cuando lo hace, suele ser en quistes más antiguos dentro de los restos de queratina.2,3,6

Los quistes epidérmicos de inclusión pueden estar causados por factores congénitos, metaplasia escamosa del epitelio columnar, folículo piloso obstruido o poro que provoca un crecimiento inflamatorio hacia abajo de la epidermis, o bien por un traumatismo relacionado con una mamoplastia de reducción o una biopsia con aguja que hace que los fragmentos epidérmicos se implanten más profundamente en el tejido mamario.2,4,5,7,9,14

El diagnóstico de un pequeño quiste epidérmico que se produce en el tejido subcutáneo suele ser sencillo, pero los quistes agrandados que se presentan en el parénquima mamario requieren ser diferenciados de otras lesiones mamarias benignas o malignas. Existen datos variables sobre el riesgo de transformación en carcinoma de células escamosas maligno (0,045-19%) y la posible asociación con la enfermedad de Paget de la mama.11,12,13 Aunque la transformación maligna es posible, la patogénesis de la diferenciación de un quiste epidérmico en carcinoma no está clara. Se ha teorizado que la irritación crónica o el traumatismo repetitivo del revestimiento epitelial del quiste desempeñan un papel en la transformación maligna; sin embargo, esta relación no se ha establecido definitivamente.2,3,6,15,16,18

Los quistes de inclusión epidérmicos son benignos, pero pueden romperse y provocar secuelas graves, lo que complica aún más lo que de otro modo podría ser un diagnóstico sencillo. La ruptura libera queratina no absorbible, irritando el tejido circundante, lo que puede dar lugar a reacciones secundarias de cuerpos extraños, reacciones granulomatosas o formación de abscesos.1,7,16 Se han descrito cinco casos de ruptura espontánea en la literatura.7,9 En estos casos atípicos o complejos, suele ser necesario realizar una aspiración con aguja fina o una escisión quirúrgica para el diagnóstico definitivo y para excluir la malignidad.

En la mamografía, el quiste de inclusión epidérmico de la mama aparece como una lesión bien circunscrita, normalmente no calcificada, aunque los quistes más antiguos pueden desarrollar calcificación. La ecografía muestra una masa sólida circunscrita y compleja.2,4,6,10 La alternancia de anillos hiperecoicos e hipoecoicos corresponde a las capas de queratina laminar, que clásicamente se han descrito como un patrón de anillo de cebolla.11 La aspiración de un quiste de inclusión epidérmico suele mostrar material caseoso y escamoso, que lo diferencia de un quiste sebáceo.8

Aquí presentamos un caso de quiste de inclusión epidérmico de la mama en una paciente tras una mamoplastia de reducción bilateral que se quejaba de una secreción no sanguinolenta del pezón, que resultó ser secundaria a la rotura de un quiste de inclusión epidérmico. Los hallazgos radiológicos eran sospechosos de malignidad, y el diagnóstico diferencial incluía tanto el tumor filoide como el fibroadenoma.Dada la clasificación BI-RADS 4a, se realizó una biopsia posterior guiada por ecografía que mostró un epitelio escamoso con abundante queratina en cesta y células gigantes (Figura 3), lo que sugiere un quiste de inclusión epidérmico.

Dada la ubicación subareolar y la ruptura del quiste, el examen físico resulta poco fiable para la evaluación.1,16La grasa flexible y el tejido de la glándula mamaria de la mama permiten que el quiste de inclusión epidérmico crezca más profundamente en el tejido subcutáneo, lo que hace más difícil excluir la malignidad.3 Otras lesiones pueden presentarse de forma similar, como el fibroadenoma, el tumor filoide, la enfermedad fibroquística con metaplasia escamosa y el carcinoma metaplásico.

CONCLUSIÓN

Un quiste de inclusión epidérmico de la mama es una masa benigna poco frecuente, pero puede dar lugar a complicaciones graves. La paciente puede presentar una masa apalpable, dolor o secreción no sanguinolenta del pezón tras la rotura espontánea en casos complicados. La asociación con la enfermedad de Paget y la posibilidad de transformación maligna son raras, pero están documentadas en la literatura. Las imágenes ecográficas de la mama suelen mostrar un patrón de anillo de cebolla o una textura hiperecoica heterogénea y, por lo tanto, un eco sólido si el quiste se ha roto, y la mamografía puede mostrar una masa con o sin calcificaciones, lo que dificulta la exclusión radiológica de una lesión maligna. Aunque se trata de una lesión benigna, los quistes de epidermalinclusión pueden desarrollar complicaciones y mostrar características sospechosas; en tales circunstancias, la biopsia puede estar justificada para un diagnóstico definitivo.

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