Durante mi último viaje al supermercado, eché una bolsa de lentejas verdes secas en mi carro de la compra. No es que tuviera ninguna idea específica sobre qué hacer con ellas. Hojeando mis libros de cocina, había una notable falta de platos centrados en las lentejas, aparte de la vieja receta de sopa de lentejas que supongo que todo libro de cocina general está obligado a tener. Y realmente, si las pequeñas legumbres verdes de mi despensa fueran capaces de tener pensamientos y sentimientos, podrían tener una crisis existencial al pensar que están predestinadas para una cosa y sólo una cosa. No voy a sufrir a las legumbres neuróticas, así que para evitarles la angustia y evitarme la monotonía culinaria, he encontrado cinco maneras de trabajar con las lentejas.
1. Utilizarlas en una sopa. Es un clásico por una razón: es sencillamente bueno, especialmente en un día frío. La versión clásica suele combinar lentejas con tubérculos, pero lo divertido de hacer sopa es jugar con los ingredientes. Prueba diferentes variedades de lentejas -como las rojas para una versión marroquí de la sopa- o añade carne, marisco o alguna de tus pastas pequeñas favoritas.
2. Úsalas en rellenos. Así es como suelo trabajar con las lentejas en un entorno que no sea una sopa. Condimentadas y mezcladas con tomates y tofu, ayudan a hacer un gran relleno de burrito sin carne. Las lentejas amarillas con otras legumbres dan lugar a unos deliciosos pimientos rellenos. También puedes utilizarlas para bocadillos como la paratha, un pan plano indio que se rellena y se cubre con yogur y chutney, o las samosas, conchas de hojaldre fritas con sabrosos rellenos.
3. Mézclalas. No, no fuera de tu cocina, sino que utiliza las lentejas en tus ensaladas, ya sea como acompañantes de otras verduras -como el arroz salvaje, la calabaza y el bulgur- o disfrútalas por sí solas con un poco de aceite y vinagre.
4. Hornéalas. Las lentejas son el material con el que se hacen los guisos. También pueden servir de base para hamburguesas vegetales al horno o para hacer patatas fritas para picar.
5. Utilízalas para los dulces. No pienses que las lentejas son estrictamente para platos salados: tienen un lugar (aunque pequeño) en la mesa de los postres. Combínelas con avena, especias y frutos secos para preparar una tanda de galletas, o utilice la variedad roja para hacer un pudín rosado para un desayuno o una sobremesa. Incluso puede utilizarlas en tartas, combinando las lentejas con nueces, manzanas o incluso con un poco de extracto de vainilla y azúcar para crear rellenos ricos en fibra.