Resumen

La cirugía puede curar el cáncer de próstata si la enfermedad no se ha extendido fuera de la glándula prostática. El procedimiento más común es la prostatectomía radical. Puede realizarse como cirugía abierta tradicional o con un enfoque mínimamente invasivo, incluida la cirugía laparoscópica asistida por robot. Independientemente del método, el factor más importante es elegir un cirujano con amplia experiencia para obtener los mejores resultados y reducir el riesgo de complicaciones.

El cáncer de próstata es la forma más común de cáncer en los hombres después del cáncer de piel. La cirugía es muy eficaz para controlar o curar la enfermedad.

Hablamos con James Eastham, Jefe del Servicio de Urología del Memorial Sloan Kettering, sobre las diferentes formas de realizar la cirugía del cáncer de próstata, los efectos secundarios que puede conllevar y la importancia de que sea un cirujano experimentado quien realice el procedimiento.

¿Cuándo es más eficaz la cirugía del cáncer de próstata?

La cirugía es un tratamiento curativo para el cáncer de próstata cuando la enfermedad aún no se ha extendido a órganos o tejidos fuera de la glándula prostática. En estos casos, el pronóstico a largo plazo es excelente.

Si el cáncer se ha extendido más allá de la próstata, aún podemos conseguir buenos resultados con radioterapia o terapia sistémica después de la cirugía. Esto incluye la quimioterapia, la terapia hormonal, la terapia biológica o la inmunoterapia.

Algunas personas cuya enfermedad se limita a la próstata deciden no someterse a la cirugía, o al menos retrasarla. Los controlamos de cerca, una estrategia conocida como vigilancia activa. Esta elección es una decisión conjunta entre el médico y el paciente. Es la mejor opción para los tumores pequeños que crecen lentamente y que se consideran de bajo riesgo de propagación. Para cada paciente, es una decisión personal.

¿Cuáles son los diferentes tipos de cirugía del cáncer de próstata?

La más común se llama prostatectomía radical. En este procedimiento, se extirpa toda la glándula prostática, junto con parte del tejido circundante. En algunos casos, también se extirpan los ganglios linfáticos cercanos. Hay varios enfoques quirúrgicos para esto, incluyendo la cirugía abierta tradicional. También podemos utilizar procedimientos mínimamente invasivos, como la cirugía laparoscópica y la cirugía laparoscópica asistida por robot.

Un aspecto crítico de la prostatectomía radical es adaptarla a las características individuales del cáncer de cada hombre. Una talla única no sirve para todos. Esto significa que el mismo procedimiento no es apropiado para todas las personas. La ubicación, el tamaño y otras características del cáncer se tienen en cuenta para diseñar una operación adecuada para la persona.

Una prostatectomía radical es muy compleja y requiere un alto nivel de precisión técnica.

En una prostatectomía radical laparoscópica, un cirujano introduce una diminuta cámara llamada laparoscopio a través de un pequeño corte en el abdomen. La cámara proporciona a los médicos una imagen ampliada y de alta definición de la glándula prostática. Con esa imagen como guía, el cirujano puede extirpar la próstata, las vesículas seminales y los ganglios linfáticos utilizando herramientas especiales.

Para realizar una intervención asistida por robot, el cirujano se sienta frente a una consola que tiene una pantalla, así como controles de mano, dedo y pie. Los movimientos de la mano, la muñeca, los dedos y el pie del cirujano controlan los instrumentos robóticos dentro del paciente en tiempo real.

El robot es realmente una herramienta quirúrgica muy sofisticada. El factor más importante para el éxito de una operación es la habilidad y la experiencia del cirujano, que trabaja con la herramienta con la que se siente más cómodo. El objetivo principal de cualquier operación contra el cáncer -independientemente de cómo se realice- es sacar todo el cáncer y sacarlo de forma segura.

¿Qué debe saber la gente sobre las posibles complicaciones o efectos secundarios de una prostatectomía radical?

Una prostatectomía radical es muy compleja y requiere un alto nivel de precisión técnica. La próstata está rodeada de nervios y estructuras que son importantes para la función urinaria y sexual normal. Es comprensible que los hombres que se someten a esta intervención estén preocupados por la posibilidad de que surjan complicaciones que afecten a la calidad de vida a largo plazo. Éstas pueden incluir el control urinario, también llamado continencia urinaria, y cambios en la función sexual.

En las últimas décadas, los refinamientos técnicos han reducido drásticamente el número de complicaciones de esta cirugía. En MSK, hemos encontrado formas de utilizar los resultados de las pruebas de imagen al planificar una cirugía. De este modo, podemos evitar la lesión de estructuras importantes, lo que minimiza el riesgo de incontinencia y maximiza las posibilidades de mantener la función sexual. Seguimos buscando formas de minimizar aún más el riesgo de efectos secundarios.

Los estudios han demostrado que los pacientes de los cirujanos que realizan regularmente prostatectomías radicales tienen menos complicaciones de media que los que realizan estas cirugías con menos frecuencia. Yo mismo he realizado más de 3.000 prostatectomías radicales. Los otros cirujanos MSK también tienen una amplia experiencia en este procedimiento.

Siempre es un equilibrio entre eliminar el cáncer y tratar de preservar la función. El equilibrio es diferente para cada persona porque cada cáncer es diferente. La gente debe hacer preguntas y tener claras sus expectativas.

Una de las ventajas de un lugar como el MSK es que tenemos expertos que pueden ayudar a guiar a los hombres con cáncer de próstata a recuperar su función urinaria y eréctil. En última instancia, se trata de encontrar un cirujano con el que se sienta cómodo, alguien que establezca expectativas realistas basadas en su situación.

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