¿Qué es una cobertura contra la inflación?
Una cobertura contra la inflación es una inversión que se considera para proteger la disminución del poder adquisitivo de una moneda que resulta de la pérdida de su valor debido al aumento de los precios ya sea macroeconómicamente o debido a la inflación. Suele implicar la inversión en un activo que se espera que mantenga o aumente su valor durante un periodo de tiempo determinado. Alternativamente, la cobertura podría implicar la toma de una posición más alta en activos, que pueden disminuir su valor con menos rapidez que el valor de la moneda.
Consecuencias principales
- La cobertura contra la inflación puede utilizarse para compensar la caída prevista del precio de una moneda.
- Limitar el riesgo a la baja es una de las principales características de los inversores institucionales y la cobertura de divisas es una práctica común.
Cómo funciona la cobertura de la inflación
La cobertura de la inflación puede ayudar a proteger el valor de una inversión. Ciertas inversiones pueden parecer que proporcionan un rendimiento decente, pero cuando se tiene en cuenta la inflación, pueden venderse con pérdidas. Por ejemplo, si se invierte en una acción que da una rentabilidad del 5%, pero la inflación es del 6%, se está perdiendo ese 1%. Los activos que se consideran una cobertura contra la inflación podrían ser autocumplidos; los inversores acuden a ellos, lo que mantiene sus valores altos aunque el valor intrínseco pueda ser mucho menor.
El oro se considera ampliamente una cobertura contra la inflación porque su precio en dólares estadounidenses es variable.
Por ejemplo, si el dólar pierde valor por los efectos de la inflación, el oro tiende a encarecerse. Así que un propietario de oro está protegido (o cubierto) contra la caída del dólar porque, a medida que la inflación aumenta y erosiona el valor del dólar, el coste de cada onza de oro en dólares aumentará como resultado. Así, el inversor es compensado por esta inflación con más dólares por cada onza de oro.
Un ejemplo real de cobertura contra la inflación
Las empresas a veces se dedican a la cobertura contra la inflación para mantener bajos sus costes operativos. Uno de los ejemplos más famosos es el de Delta Air Lines, que compró una refinería de petróleo a ConocoPhillips en 2012 para compensar el riesgo de un aumento de los precios del combustible para aviones.
En la medida en que las aerolíneas tratan de cubrir sus costes de combustible, suelen hacerlo en el mercado del crudo. Delta pensó que podía producir combustible para aviones por sí misma a un coste inferior al de comprarlo en el mercado y, de este modo, se cubría directamente contra la inflación de los precios del combustible para aviones. En aquel momento, Delta calculó que reduciría su gasto anual en combustible en 300 millones de dólares.
Limitaciones de la cobertura de la inflación
La cobertura de la inflación tiene sus límites y a veces puede ser volátil. Por ejemplo, Delta no ha ganado dinero de forma constante con su refinería en los años transcurridos desde su compra, lo que limita la eficacia de su cobertura de la inflación.
Los argumentos a favor y en contra de la inversión en materias primas como cobertura de la inflación suelen girar en torno a variables como el crecimiento de la población mundial, la innovación tecnológica, los picos de producción y las interrupciones, la agitación política de los mercados emergentes, el crecimiento económico chino y el gasto mundial en infraestructuras. Estos factores, que cambian continuamente, influyen en la eficacia de la cobertura de la inflación.