Actualizado &REVISADO POR EL PANEL DE EXPERTOS DE NUMBERDYSLEXIA EL 05 DE JUNIO DE 2020
La dislexia se considera principalmente una diferencia de aprendizaje, pero hay otras áreas en las que afecta a nuestra parte diaria de la vida. Muchos disléxicos han descubierto que carecen de algunas habilidades direccionales básicas. Pueden pasar buenas horas de su día lidiando con «¿Es a la izquierda o a la derecha?». Seguir una serie de indicaciones es una gran lucha. Pueden confundirse fácilmente con las indicaciones que se les dan verbalmente.
Imagínese que pierde sus habilidades direccionales por un día. Llegar a tu destino será casi imposible si sigues equivocándote a la izquierda o a la derecha. Por supuesto, Google Maps nos ha facilitado la vida. Pero aun así, te resultará muy difícil relacionar la distancia delta entre los puntos A y B en el GPS con la vida real. La «dislexia direccional» es lo que se llama para describir la dificultad direccional en las personas disléxicas. Entonces, ¿cuál es la razón por la que la mayoría de los disléxicos carecen de habilidades direccionales? ¿Qué problemas cotidianos afrontan debido a ello y, lo que es más importante, cómo gestionarlo?
Nótese que la dislexia es un trastorno neurobiológico, lo que significa que el problema está en el cerebro. Múltiples estudios realizados a lo largo de las décadas confirman las diferencias estructurales en los cerebros de las personas con y sin problemas de lectura que son responsables de los síntomas de la dislexia.
El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro es generalmente responsable del habla, la memoria visual, la conciencia espacial, el procesamiento del lenguaje y la lectura. Hay cuatro lóbulos principales asociados a estas funciones: el lóbulo frontal, el lóbulo parietal, el lóbulo occipital y el lóbulo temporal. La conciencia espacial y la navegación se asocian principalmente con el hipocampo, situado directamente debajo de los lóbulos temporales. El Occipital y el Parietal también desempeñan su papel para que nuestras habilidades de navegación, como el sentido de las direcciones (izquierda, derecha, este, oeste), funcionen correctamente.
La corteza visual del lóbulo occipital proporciona la información visual necesaria, mientras que el lóbulo parietal proporciona el resto de información sensorial, como el tacto y el movimiento del cuerpo. Además, nuestro cerebro está formado por dos tipos de materia: la materia gris (responsable del procesamiento de la información) y la materia blanca (responsable de la transferencia de la información). Una resonancia magnética de un cerebro disléxico realizada en una investigación sugiere que las personas con dislexia tienen menos actividad de materia gris en la parte izquierda del cerebro que los individuos no disléxicos. Esta observación es uno de los principales factores responsables de la debilidad de la conciencia espacial, la memoria espacial y las habilidades de percepción visual necesarias para comprender las direcciones.
Ahora que conocemos el motivo, veamos cómo se enfrenta un disléxico a este problema a diario. A qué tipo de problemas se enfrenta regularmente.
Algunos problemas comunes que se enfrentan debido a la dislexia direccional
- Mezclar la izquierda y la derecha comúnmente. Pueden pegar ‘¿Mi izquierda o tu izquierda?’ en cada conversación para mantener la pista.
- Se pierden mientras caminan por un lugar desconocido ya que no tienen sentido de la orientación para volver al lugar de partida.
- Perder la pista del lugar de partida mientras se lee, se escribe o se copia de la pizarra.
- Dificultad para conducir ya que hay que mantener la atención tanto en la carretera como en las direcciones. La lectura de los carteles y los símbolos no hace más que aumentar la carga.
- Dificultad para realizar actividades, como atarse un zapato o una corbata.
- Tener problemas para leer y entender los mapas y el GPS.
- Sentirse avergonzado al preguntar cuál es la izquierda y cuál la derecha como adulto.
- Tener ansiedad cuando se le pide que siga una serie de indicaciones.
¿Cómo manejar las dificultades direccionales en la dislexia?
En primer lugar, no existe un tratamiento médico formal para la dislexia y sus síntomas. Si se conoce pronto, se podrá controlar mejor. Bajando a las dificultades direccionales, hay algunas estrategias que podrías poner en práctica.
Punto de referencia
La mejor manera de evitar la confusión entre izquierda y derecha es tomar la referencia. El índice y el pulgar de nuestra mano izquierda pueden formar ‘L’ cuando se mantienen delante de la cara. ‘¿Qué mano puede formar la L correcta?’ podría tomarse como referencia para la dirección izquierda. Para algunos, tomar como referencia la mano dominante es comparativamente más fácil de recordar. Otra opción es utilizar un reloj o una pulsera. Es menos confuso y más fácil de habituar. Asegúrese de que el niño sepa de antemano de qué lado se trata.
Escríbalo
Si se trata de una serie de indicaciones largas, lo mejor es escribir las instrucciones. Las posibilidades de perderse en un lugar desconocido son menores si escribes los pasos hasta tu destino e intentas memorizarlos un par de veces. Asegúrate de escribir de forma escalonada para tener una idea clara de las instrucciones que estás siguiendo. Mientras escribes, intenta recorrer el trayecto en tu mente y visualizarlo para memorizarlo mejor.
Ayúdate de la tecnología
Utiliza la tecnología siempre que sea posible para ayudarte con las indicaciones. Utiliza el GPS con voz para que te ayude en las carreteras. Puedes utilizar tu reloj como punto de orientación para llegar a las direcciones. Utiliza una aplicación de brújula en tu smartphone o reloj de Apple para ayudarte.
Prepárate con tiempo
Siempre el que no está preparado se asusta durante el examen. Prepárate bien las direcciones antes de ir a cualquier viaje. Estudia bien el mapa del destino. Escribe las indicaciones un día antes e intenta memorizarlas. Utiliza notas para ir recordando las direcciones. si es posible, intenta viajar con alguien que te acompañe. Puedes pedir indicaciones cuando las necesites en lugar de depender de la tecnología.