No intente manipular el hojaldre que no esté completamente descongelado; si lo despliega mientras está congelado podría romper la lámina.
El tiempo de descongelación puede variar. El hojaldre debe desdoblarse con facilidad pero seguir estando frío después de la descongelación. Si las láminas alcanzan la temperatura ambiente, vuelva a ponerlas en el frigorífico para que se enfríen (pero no se vuelvan a congelar).
Para descongelar a temperatura ambiente, saque la(s) lámina(s) de hojaldre de la caja y del envoltorio exterior. Descongelar la(s) lámina(s) de hojaldre hasta que se desdoble(n) fácilmente, no más de 40 minutos.
Para descongelar en el microondas, sacar 1 lámina de hojaldre de la caja y del envoltorio exterior y envolverla en una toalla de papel. Caliente en el microondas a potencia alta durante 15 segundos. Dar la vuelta a la lámina de hojaldre. Caliente en el microondas otros 15 segundos. Si el hojaldre no se despliega fácilmente, caliéntelo en el microondas durante otros 5 segundos por cada lado.
Puede descongelar el hojaldre en la nevera. Separe y coloque cada lámina en un plato, cúbrala con papel de plástico y descongélela en el frigorífico durante unas 4 horas.
Una vez descongelado el hojaldre, trabaje rápidamente mientras esté frío. Puede cortarlo en las formas deseadas y guardarlo en la nevera hasta que esté listo para el siguiente paso.
El hojaldre funciona mejor cuando está frío. Así que enfríe sus utensilios -cuchillo, cortador de pasta/pizza, cortadores de galletas, incluso la tabla de pastelería y los moldes para hornear en el frigorífico- mientras descongela la masa.
Utilice un rodillo largo y pesado para extender la masa de hojaldre: ayuda a crear una masa uniforme por todas partes y no tendrá que presionar demasiado para extenderla.
Evite presionar demasiado fuerte cuando extienda los extremos y los bordes: debe evitar presionar las capas de los bordes, ya que eso impedirá que el hojaldre suba.