Congestión Torácica En Bebés

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Respiración dificultosa, fosas nasales dilatadas y sibilancias. Estos son algunos de los signos de congestión torácica que incomodan al bebé y angustian a los padres. La congestión torácica suele deberse a un exceso de mucosidad en el pecho, pero también podría desarrollarse debido a otros problemas de salud que necesitan la intervención de un médico.

En este post, MomJunction te habla de la congestión torácica en los bebés, sus causas, síntomas y cómo manejar la situación en casa.

¿Qué es la congestión torácica?

La congestión torácica es la acumulación de un exceso de mucosidad en los pulmones, los bronquios y la tráquea. La mucosidad funciona como la primera línea de defensa del organismo. El sistema respiratorio está revestido de células que producen un moco pegajoso, que atrapa a los patógenos y otros cuerpos extraños (1). El sistema respiratorio superior produce más mucosidad si detecta un patógeno o un cuerpo extraño. Este exceso de mucosidad bloquea las vías respiratorias y provoca una congestión torácica.

La congestión torácica es, por tanto, un síntoma de una infección o de la entrada de un cuerpo extraño. Y la propia congestión torácica muestra varios otros síntomas.

¿Cuáles son los síntomas de la congestión torácica?

Un bebé con congestión torácica podría mostrar los siguientes síntomas:

  1. Tos: una tos húmeda crónica es un indicador de la acumulación de mucosidad en los pulmones. El bebé emitirá un sonido crepitante al toser, lo que indica que hay mucosidad que sale del pecho con cada tos.
  1. Mucosidad excesiva en la boca: El bebé también toserá con flema en la boca. La flema es la mucosidad producida exclusivamente por el sistema respiratorio. La tos con flema es la forma que tiene el cuerpo de deshacerse de los patógenos y otros microbios (2).
  1. Sibilancias: es probable que oigas al bebé resollar mientras respira, ya que las vías respiratorias se bloquean debido a la inflamación de las mismas y a la acumulación de mucosidad. Las sibilancias suenan como un silbido débil, como el viento que pasa por un túnel o como el sonido de un juguete que chirría.
  1. Falta de apetito: El bebé puede no querer comer y perder el apetito.
  1. Inquietud: La congestión torácica constante y la respiración dificultosa harán que el bebé se sienta irritado y de mal humor.

La congestión torácica es en sí misma un síntoma de una infección o problema del sistema respiratorio superior y/o inferior. Los signos de congestión torácica en un bebé pueden variar en función de la causa subyacente.

¿Cuándo consultar a un médico?

Consulte a un pediatra cuando el bebé presente los siguientes síntomas:

  • Fiebre; temperatura superior a 100.4°F (38°C)
  • Alejamiento y somnolencia constante
  • Pérdida de apetito durante más de un día
  • Hinchazón de la cara, el cuello o los ojos
  • El bebé tiene dificultad para respirar

El médico diagnosticará la congestión torácica escuchando la respiración del bebé. La causa subyacente puede determinarse mediante un análisis de sangre y esputo. Hay varias razones por las que un bebé puede desarrollar congestión en el pecho.

¿Qué causa la congestión torácica en los bebés?

Las siguientes son las principales razones por las que un bebé puede desarrollar congestión torácica:

  1. Infección: Los patógenos pueden desencadenar la producción excesiva de mucosidad por parte del organismo. Una infección común que puede causar congestión es el resfriado común. Varios patógenos, como el virus respiratorio sincitial (VRS), pueden causar congestión torácica relacionada con el resfriado entre los bebés (3).
  1. Alergia: Las alergias también pueden provocar un exceso de secreción de moco en el sistema respiratorio superior y/o inferior. Las alergias, como el asma y la rinitis alérgica, provocan un exceso de secreción de mucosidad en los pulmones (4).
  1. Exposición a un irritante: La inhalación de un irritante, como el humo o el polvo, también puede hacer que un bebé tenga el pecho congestionado (5).
  1. Enfermedades genéticas: Algunas enfermedades genéticas, como la fibrosis quística, pueden hacer que el cuerpo produzca más mucosidad de forma natural. Los bebés con afecciones como la fibrosis quística tienen una secreción de mucosidad en los pulmones superior a la normal (6).

El tratamiento de la congestión torácica depende de la causa subyacente.

¿Cómo se trata la congestión torácica en los bebés?

La congestión torácica en los bebés se cura tratando el problema que la ha causado. A veces se utilizan antibióticos y expectorantes para tratar la congestión torácica. Los expectorantes aflojan la mucosidad, pero no se utilizan en bebés menores de dos años.

El control de la infección vírica, la alergia y las enfermedades genéticas son otras formas de tratar la congestión. Las infecciones víricas no pueden tratarse con antibióticos, sino que desaparecen con el tiempo a medida que el sistema inmunitario se fortalece. Asimismo, las alergias y las enfermedades genéticas son persistentes y pueden durar toda la vida. Un manejo eficaz es la clave para evitar que causen molestias a tu bebé.

Consulta a un pediatra para el tratamiento adecuado y evita la automedicación. Sin embargo, puede probar algunos remedios caseros para aliviar la congestión torácica del bebé.

Remedios caseros para la congestión torácica

Puede tener en cuenta los siguientes remedios caseros para la congestión torácica en los bebés:

  1. Aumente el número de tomas para dar al bebé más líquidos, ya que ayuda a aflojar la mucosidad y mantiene al bebé hidratado. Los bebés con congestión torácica pueden alimentarse menos de lo habitual. Durante la lactancia, tenga cuidado de evitar la aspiración que aumenta la congestión torácica, especialmente en los bebés.
  1. Dé más líquidos: Proporcione pequeños sorbos de agua a los bebés mayores de seis meses. El agua, al igual que otros líquidos, puede ayudar a aflojar la mucosidad del pecho (7). También puede dar alimentos líquidos, como caldo de verduras y purés finos, a un bebé que sigue una dieta sólida.
  1. Humidificador de vapor frío: Un humidificador es un dispositivo que bombea vapor de agua en el aire. La humedad en la habitación ayuda a descomponer la mucosidad y facilita la respiración del bebé. También puede ayudar a hidratar el sistema respiratorio superior. Utiliza sólo un humidificador de vapor frío y no un humidificador de vapor/vapor caliente, ya que este último puede suponer un riesgo de quemaduras (8).
  1. Eleva la cabeza del bebé durante algún tiempo: Deja que el bebé descanse en tu regazo con la cabeza ligeramente levantada. Esto hará que los mocos goteen y se asienten hacia abajo en el pecho, ayudando así al bebé a respirar y a dormir mejor. Si tu bebé tiene más de 18 meses, puedes utilizar una almohada para elevar su cabeza. Evita el uso de una almohada para un bebé de menos de 18 meses (9).
  1. Golpear la espalda: Coloca al bebé en tu regazo de forma que su espalda esté orientada hacia ti. Sujeta su cuerpo con una mano y con la otra golpea suavemente su espalda entre los omóplatos. Sigue golpeando suavemente durante unos segundos para aflojar la mucosidad espesa y facilitar la respiración.

Si el bebé tiene fibrosis quística, necesitará un estilo distintivo y rítmico de golpes con la mano ahuecada. Un médico o un especialista en el cuidado de pacientes con fibrosis quística puede enseñarte la forma correcta de dar golpecitos, dependiendo de la edad del bebé y de la gravedad de su enfermedad.

  1. Utiliza un masaje para bebés: puedes aplicar Vicks BabyRub o cualquier otra pomada fría segura para bebés en el pecho y la espalda antes de que el bebé se acueste. Esto ayuda a aflojar la mucosidad y también calma al bebé.

Los remedios caseros anteriores pueden funcionar en conjunto con el tratamiento médico sugerido por el doctor. Los tratamientos médicos y los remedios caseros ayudarán a que el bebé se sienta mejor, pero siempre es mejor prevenir que curar.

¿Cómo prevenir la congestión torácica en los bebés?

Prevenir la congestión torácica en los bebés consiste en evitar todo lo que provoca la acumulación excesiva de mucosidad en el pecho. A continuación se detallan las medidas preventivas que puedes tomar.

  1. Mantén la higiene: Mantener limpio el entorno del bebé y mantener la higiene al manipularlo o sus objetos. Los bebés mayores y los niños pequeños deben lavarse las manos después de jugar al aire libre. Si algún miembro de la familia tiene síntomas de gripe o resfriado, debe evitar el contacto con el bebé para evitar el contagio del patógeno.
  1. Esté al tanto de las alergias y las enfermedades genéticas: Si sabes que tu bebé es alérgico, mantenlo alejado del alérgeno. Los bebés con enfermedades genéticas como la fibrosis quística requieren cuidados rutinarios para prevenir la congestión torácica.
  1. Sigue el calendario de vacunación: Muchas de las enfermedades que provocan la congestión torácica pueden prevenirse mediante la vacunación. Manténgase al día con las vacunas de su bebé.
  1. Proteja al bebé de los agentes irritantes: El humo de los automóviles y los cigarrillos son irritantes potenciales para el sistema respiratorio superior. Evita llevar al bebé a lugares donde pueda estar expuesto a la contaminación del aire. No dejes que nadie fume en casa, ya que incluso pequeñas cantidades de humo de tabaco pueden irritar los pulmones del bebé.

La congestión torácica puede hacer que el bebé se sienta mal. Sin embargo, con los cuidados y el manejo adecuados en casa, el bebé puede recuperarse pronto. Además, hay que intentar prevenir las condiciones que provocan la congestión torácica para evitar cualquier molestia al bebé. Unos sencillos pasos pueden evitar la acumulación de mucosidad y permitir que el bebé respire con facilidad.

¿Qué remedios caseros pruebas para la congestión torácica de tu bebé? Háznoslo saber en la sección de comentarios más abajo.

1. Sistema inmunitario; Sociedad de Microbiología
2. Todo sobre esa mucosidad: Cómo nos mantiene sanos; Universidad de Harvard
3. VRS: Cuando es algo más que un resfriado; Academia Americana de Pediatría
4. Acabe con sus alergias a la hierba; Academia Americana de Alergia, Asma & Inmunología
5. Mucosidad y flema: Qué hacer si tiene demasiado; Cleveland Clinic
6. Fibrosis quística: cómo ayudar a su hijo a toser con mucosidad; C.S. Mott Children Hospital
7. Infección torácica; NHS UK
8. Cómo cuidar el resfriado o la gripe de su hijo Academia Americana de Pediatría
9. Sueño seguro: Ropa de cama, almohadas, seguridad y más Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE.UU.

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