He visto a Plutón hace unos minutos. Ahora me encuentro con la Alicia del País de las Maravillas, charlando con un dependiente en el Tea Caddy del Reino Unido de Epcot. Por supuesto, está caracterizada -me refiero a Alicia- hablando de su experiencia en la fiesta del té con la Liebre de Marzo y el Sombrerero Loco. En cuanto a la empleada del té, es complicado. Disney la llama «miembro del reparto» y su tienda está «en el escenario», es decir, en las partes de Walt Disney World que son visibles para los «invitados» como yo. Pero es de Bristol y su acento inglés es real. Se interpreta a sí misma, o al menos a una versión alegre y especialmente inglesa de sí misma. Su conversación no está más guionizada que la de los dependientes de cualquier otro lugar de Estados Unidos, aunque quizás con más discusiones sobre Bristol.
Poco después de que Alice se escabulle, un hombre entabla conversación con la dependienta. Resulta que su madre viene de visita pronto. Le pregunta cuánto tiempo ha pasado desde que vio a su madre, cuánto tiempo ha estado en Epcot, cuánto tiempo pasará antes de que regrese al Reino Unido. Le pregunta si echa de menos su casa. (Lo está, dice ella con una gran sonrisa.) La conversación termina sin hacer referencia a su gran y prominente etiqueta con el nombre: «Steven. Miembro del reparto de la Iglesia». Volverá, a veces para charlar, más a menudo para rezar tranquilamente con otra media docena de miembros de su pequeña pero creciente iglesia. No está allí para evangelizar; respeta tanto el tiempo del miembro del reparto como las normas de Disney contra la «solicitación». Incluso si la empleada fuera un miembro de la Iglesia Cast Member, él no rezaría con ella. «Eso podría meterlos en problemas y a la iglesia en problemas», …