La mudanza a la residencia universitaria es una especie de rito de paso: ese momento icónico en el que te paras delante del edificio y, con una caja en la mano, miras tu futuro con ojos emocionados y nerviosos. A continuación puede haber toda una serie de emociones, así que estamos aquí para ayudar a garantizar que el «estrés» o el «agobio» no estén en la mezcla. Aquí están nuestros mejores consejos para el día de la mudanza para ayudar a mantener ese brillo en sus ojos.
Envíe directamente a su escuela
Si usted no va a conducir a la escuela, considere el envío de sus pertenencias a la escuela directamente – especialmente los artículos grandes como los muebles. Muchas empresas ofrecen servicios de mudanza que no requieren que alquiles todo el camión, ya que probablemente no tengas tanta carga, sino que te permiten enviar tus cosas como parte de un envío de carga más grande. Este enfoque le ahorrará dinero, pero puede significar que tiene que ser un poco más flexible con su calendario.
¿Alternativa? Si va a hacer algunas compras para su dormitorio, pida las cosas en línea para la recogida local o espere hasta que llegue allí para comprar. Si te vas a mudar con un compañero de piso, ¡puedes tener tiempo para colaborar en la decoración de tu nueva vivienda!
Lleva un juego básico de herramientas
Venir preparado con un martillo, destornilladores y alicates puede hacer que la mudanza sea un proceso mucho más eficiente y menos estresante. Es posible que necesites instalar elevadores de cama, cortinas o armar otros muebles pequeños que de otra manera serían un dolor de cabeza. Trae un rollo de cinta adhesiva para pegar cables de extensión y hacer otras reparaciones menores, y un pequeño kit de implementos para colgar, como una tachuela adhesiva o, si están permitidos, perchas para cuadros. Su universidad también puede proporcionar una lista de consejos para mudarse a un dormitorio para ayudarle a conocer las reglas y políticas, así que lea toda la documentación que envían antes de escribir su lista de verificación de embalaje de la universidad.
Coordine con su compañero de cuarto
Si ambos intentan mudarse al mismo tiempo, es casi seguro que terminarán chocando. Coordina el día de la mudanza para que podáis entrar de uno en uno, y daros un tiempo generoso para cargar todo en vuestra habitación. Sea respetuoso y espere hasta que el otro haya cargado también sus pertenencias en el espacio para que puedan desempacar juntos y coordinar dónde debe ir cada cosa.
Importante: coordine quién llevará los artículos más grandes como una mini-nevera, un microondas o un televisor antes de comenzar a empacar. Ciertamente no querrás terminar con múltiples de estas cosas, ¡especialmente si las vas a comprar específicamente para la universidad! Si está en su lista de cosas imprescindibles para la residencia universitaria, discútalo con antelación.
Limpia antes de deshacer la maleta
Es muy probable que se haya acumulado algo de polvo mientras tu residencia no se utilizaba. Ven preparado con suministros de limpieza para barrer y limpiar las superficies de tu nueva habitación, así como para mantener un nivel de limpieza durante el semestre. Las toallitas pre-humedecidas son una forma rápida y fácil de limpiar las cosas siempre que lo necesites, pero no olvides algunas toallas de papel para esos derrames accidentales.
Electrónica
¿Todavía no tienes un portátil? Es hora de empezar a comprar las ofertas de la vuelta al cole. Aunque la mayoría de las universidades tienen laboratorios de informática, te sentirás más cómodo si puedes elaborar ese trabajo de última hora a la 1 de la madrugada desde la comodidad de tu habitación cuando llueve o nieva fuera. Ven preparado con una regleta que tenga un protector de sobretensión, un cable de extensión (especialmente si el edificio de tu residencia es antiguo) y un buen juego de auriculares. Cuando tu compañero de habitación se quiera ir a dormir y tú necesites seguir trabajando, podrás seguir escuchando tu música preferida, o sintonizar la fiesta del pasillo.