7 formas de hacer la vida diaria más fácil y gratificante cuando se cuida a una persona con demencia
Cuidar a una persona con Alzheimer es uno de los trabajos más duros del mundo. «Es estresante, física y emocionalmente agotador, y muy caro, como pueden atestiguar casi 15 millones de cuidadores no remunerados de personas con Alzheimer y otras demencias», dice el Dr. Scott McGinnis, editor médico del Informe Especial de Salud de Harvard Guía para afrontar la enfermedad de Alzheimer.
Cómo cuidar a una persona con demencia
Aprender a cuidar a una persona con demencia puede ser un proceso de ensayo y error. Cada persona con demencia y cada cuidador son únicos, y también lo es su relación. Sin embargo, los siguientes consejos generales pueden ser útiles para ayudar a las personas con demencia a mantenerse físicamente sanas y conectadas con el mundo.
- Ayude a las personas con demencia hablándoles con sencillez y paciencia. Para captar la atención de la persona, comience usando su nombre. Utilice expresiones sencillas y frases cortas, pero tenga cuidado de no hablar a la persona como si fuera un niño. Dé a la persona con Alzheimer tiempo para completar una frase o un pensamiento, y trate de no interrumpirla.
- Haga que la hora de las comidas sea menos estresante. Reduzca la confusión sensorial en las comidas. Procure que la zona de comedor esté bien iluminada. Asegúrese de que la persona está cómodamente sentada y no necesita usar el baño. Mantenga fuera de la vista objetos que puedan ser confundidos con comida, como galletas para perros o bulbos de flores.
- Sirva comidas nutritivas y manejables. Utilice un color de plato que contraste con la comida. Retire los condimentos de la mesa. Limite las opciones poniendo sólo un alimento en el plato a la vez y ofreciendo sólo un utensilio. (Las cucharas curvas, los platos divididos y las pajitas pueden facilitar la alimentación de las personas). No sirvas comida o bebida demasiado caliente. Corta los alimentos en trozos pequeños. Recuérdale que coma despacio y que mastique bien cada bocado. Si se atraganta con facilidad, cambia a alimentos blandos. Sirva alimentos que contengan fibra para ayudar a prevenir el estreñimiento.
- Reduzca la resistencia al baño. Evite discutir si es necesario un baño. Prepare todo con antelación. Disponga las toallas, el jabón, el champú y la ropa. Tenga el agua lista y a la temperatura adecuada antes de llevarle al baño. Mantén la calma, la suavidad y la tranquilidad. Si la persona parece perturbada por esta invasión de su intimidad, cúbrele partes del cuerpo con una toalla. Anímale a hacer todo lo posible sin ayuda. Hable de cada paso. Si la persona se niega a meterse en la bañera o en la ducha, sea flexible y sugiera una alternativa. Si todo lo demás falla, inténtalo de nuevo más tarde.
- Proteja el baño contra accidentes. Utilice alfombras de goma para la bañera, asientos para la bañera, barras de sujeción, alfombras de baño antideslizantes, etc. No utilice aceite de baño ni productos que hagan la bañera resbaladiza. Ponga las maquinillas de afeitar y los aparatos eléctricos fuera de su alcance. Quite el candado de la puerta del baño.
- Incorpore el cuidado de la piel a la hora del baño. Revise la piel en busca de sarpullidos y llagas. Utilice polvos o fécula de maíz para evitar las rozaduras y aplique loción corporal a la piel seca.
- Simplifique el cuidado dental. Prepare el cepillo de dientes y demuestre cómo se cepilla. Si la persona no se cepilla y rechaza la ayuda, déle un paño humedecido con enjuague bucal y dígale que se lo pase por los dientes.
– Por Beverly Merz
Editora Ejecutiva, Harvard Women’s Health Watch
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