La pregunta: Tengo poco más de 60 años y me extirparon la tiroides hace varios años. Desde entonces he estado con medicación sustitutiva. Aunque se han ajustado las dosis para equilibrarlas, sigo sin sentirme bien. A veces mi energía o mi estado de ánimo pueden ser bajos. ¿Qué precisión tiene la medicación sustitutiva de la tiroides?
La respuesta: No es infrecuente que los pacientes que toman la medicación de sustitución de la tiroides se sientan a veces por debajo del 100% a pesar de que los análisis de sangre muestren que están en la dosis correcta.
La tiroides es una glándula situada en el cuello que produce hormonas que regulan nuestro metabolismo, temperatura, función intestinal, estado de ánimo y concentración. Cuando nuestro nivel de hormonas tiroideas está por debajo de lo normal, hay muchos síntomas potenciales, como fatiga, aumento de peso, irritabilidad, bajo estado de ánimo, pérdida de cabello y cambios en los ciclos menstruales y en los hábitos intestinales.
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Cuando se extirpa la glándula tiroidea debido a un cáncer u otras razones, o si la propia glándula tiroidea está poco activa, se puede utilizar una terapia de reemplazo para sustituir la hormona natural. La medicación que se utiliza se denomina tiroxina sintética (levotiroxina, synthroid) y suele ser un muy buen sustituto; la dosis se ajusta en función de los niveles de la hormona en la sangre.
Si no se siente bien con su medicación tiroidea, es importante que se revisen sus niveles y que sepa cuál es su número real. Cuando su médico comprueba su función tiroidea, está midiendo su hormona estimulante del tiroides (TSH). El rango normal para la TSH es de 0,5 a 5 y puede variar ligeramente según el trabajo de un laboratorio específico. Puede sonar contradictorio, pero cuando la TSH aumenta, indica que la tiroides no está trabajando lo suficiente para producir hormonas. Cuanto más bajo sea el nivel de TSH, más activa es la glándula.
Para algunas personas, incluso si está en el rango normal de TSH, puede estar en el extremo superior de lo normal y puede ser beneficioso aumentar su dosis para volver a la mitad inferior del rango normal. Hable con su médico para ver si esto puede ser una consideración para usted, ya que también tendrá que controlar sus niveles si se cambia la dosis.
También puede ser beneficioso añadir otro medicamento que sea la forma activa de la hormona tiroidea en combinación con la levotiroxina. En la práctica, esto no es lo habitual, pero si lo comenta con su médico de familia o endocrinólogo, pueden considerar la posibilidad de realizar un ensayo de la terapia combinada. La terapia conlleva un mayor riesgo de exceso de hormona tiroidea, que puede desencadenar una arritmia (ritmo cardíaco anormalmente rápido) y acelerar la pérdida de densidad ósea (osteoporosis), por lo que debe realizarse con precaución y controlarse tanto los síntomas como los niveles en sangre.
Si nota síntomas de vez en cuando, asegúrese de que está tomando su medicación correctamente. La medicación para la tiroides debe tomarse con el estómago vacío, idealmente una hora antes del desayuno o al final del día después de no haber comido durante al menos una hora. No la tome con otros medicamentos que puedan interferir en su absorción, incluidos los suplementos de hierro, el calcio y la cafeína. Si su peso ha cambiado, es posible que necesite un ajuste de la dosis y, una vez que tenga el ajuste adecuado, asegúrese de que su farmacia no cambie el tipo de formulación (es decir, de marca a genérico y viceversa).
Por último, el reto de la enfermedad tiroidea es que los síntomas pueden ser los mismos que los que se sienten debido a otras condiciones, o cuando nos sentimos estresados, cansados o deprimidos. Si los síntomas continúan a pesar de tomar la medicación para la tiroides y de estar en el nivel adecuado, asegúrese de hablar con su médico para que compruebe si hay otras causas potenciales de por qué se siente así.
La Dra. Sheila Wijayasinghe es la directora médica del Centro de Salud para Mujeres Inmigrantes, trabaja como médico de plantilla en el Hospital St. Michael’s Hospital en su Unidad de Medicina Familiar y en la Hassle Free Clinic, y estableció y dirige una clínica en el Women’s Habitat Shelter de Etobicoke.
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