Diferentes tipos de pérdida auditiva afectan a diferentes áreas del rango auditivo. Una pérdida de baja frecuencia difiere del tipo común de pérdida auditiva de alta frecuencia y tiene ciertos signos que indican su presencia. Estar atento a los signos desde el principio y acudir a un audiólogo para recibir tratamiento puede ayudar a las personas a recuperar su calidad de vida.
Entender la pérdida auditiva de baja frecuencia
Antes de abordar sus signos, es importante definir la pérdida auditiva de baja frecuencia. Esta afección también se conoce como pérdida auditiva de pendiente inversa por la forma en que aparece en un audiograma o tabla estándar de los audiólogos para medir los niveles de audición durante las pruebas.
La pérdida auditiva de baja frecuencia se refiere a una disminución de la capacidad para oír sonidos de tono bajo. Algunos ejemplos son las voces masculinas y el elemento grave de la música.
Las personas con esta forma de pérdida auditiva oyen el habla a un volumen más bajo, y también es más difícil oír los sonidos vocálicos, ya que se pronuncian en un tono más bajo que las consonantes. El grado de pérdida auditiva puede variar de leve a profundo.
Una persona con pérdida auditiva de baja frecuencia normalmente no puede oír frecuencias de 2.000 hertzios o inferiores.
Síntomas de la pérdida auditiva de baja frecuencia
Identificar los síntomas de esta forma de pérdida auditiva puede ser difícil. Una persona que la padece puede seguir oyendo el habla normal y participar en muchas conversaciones.
Sin embargo, es probable que tenga dificultades para oír bien en un entorno ruidoso, como un restaurante concurrido. Pueden tener problemas para distinguir las palabras en las conversaciones cuando se reúnen con un grupo. Tal vez insistan en que la gente se coloque cerca de ellos para que las voces sean fáciles de entender.
Por teléfono, entender lo que dice la otra persona puede ser difícil. Además, los sonidos de los motores, como los de los coches o los camiones, tienen un sonido metálico en lugar de un tono retumbante.
Si los sucesos descritos anteriormente ocurren con regularidad, es probable que sea un signo de pérdida auditiva de baja frecuencia.
Aunque las personas con pérdida auditiva de baja frecuencia pueden descubrir que aún pueden desenvolverse en situaciones sociales, corren el riesgo de perderse muchas cosas de las que no se dan cuenta que ya no se escuchan. Por ello, es esencial que se sometan a una prueba de audición por parte de un audiólogo que revise los resultados, para que puedan seguir viviendo sin grandes pérdidas.
Causas de la pérdida auditiva de baja frecuencia
Como esta forma de pérdida auditiva es poco frecuente, puede pasar mucho tiempo sin ser diagnosticada. Sin embargo, si un audiólogo realiza las pruebas adecuadas, un audiograma mostrará el patrón de pendiente inversa que la distingue. La pendiente de bajo a alto en el gráfico es un patrón que indica la degradación de la audición de sonidos de tono bajo.
Las causas de este problema en el oído interno varían, desde la genética hasta condiciones médicas específicas que dañan las células ciliadas de la cóclea. Puede tratarse de un trastorno autoinmune que provoque una pérdida de audición de baja frecuencia, o bien puede tratarse de otoesclerosis o de la enfermedad de Meniere.
Estas dos últimas afecciones también pueden provocar mareos y acúfenos. Si la causa es la enfermedad de Meniere, la pérdida auditiva puede empeorar con el tiempo y evolucionar hacia otros tipos de pérdida auditiva.
Entender la causa raíz de la pérdida auditiva ayuda a un audiólogo a personalizar un plan de tratamiento. También tendrá en cuenta si la pérdida auditiva de una determinada persona es leve o profunda y si es temporal, permanente o progresiva.
El beneficio de los audífonos
Aunque una persona con pérdida auditiva de baja frecuencia puede encontrar que no es tan perjudicial o tiene menos impacto que la contraparte de alta frecuencia, todavía hay un problema. Un audiólogo ayuda a las personas con este tipo de pérdida auditiva a encontrar un plan de tratamiento que se adapte a su estilo de vida, que puede incluir el uso de audífonos.
El uso de audífonos avanzados ayuda a amplificar los sonidos de baja frecuencia, sin hacer que los sonidos de alta frecuencia sean también fuertes. Un audiólogo de Imagine Hearing Solutions puede ayudar a encontrar la amplificación adecuada para la persona a la que se le están adaptando los audífonos.
Ponerse a prueba para identificar la pérdida
Dado que una persona puede acostumbrarse a luchar un poco en ambientes ruidosos para superarlos pero no tiene problemas para oír los sonidos agudos, puede resistirse a hacerse una prueba de audición. Es posible que no se den cuenta de que tienen una pérdida de audición o que no piensen que el problema es lo suficientemente profundo como para justificar la realización de una prueba.
Sin embargo, los que tienen una pérdida de audición de baja frecuencia probablemente se están perdiendo sonidos sin darse cuenta que podrían mejorar su disfrute general de la vida. Podrían volver a hablar por teléfono sin el estrés de tener que esforzarse para oír las voces y podrían escuchar los bellos y ricos tonos de los bajos de la música como solían hacer.
¿Quiere saber más sobre las pruebas de audición, la identificación de la pérdida auditiva de baja frecuencia y las opciones de tratamiento? Póngase en contacto con Imagine Hearing Solutions fácilmente en el 530-205-0259 para obtener información.