Por Philip Durkin

La respuesta obvia a «¿cuándo un libro es un árbol?» es «antes de que se convierta en un libro» -no hace falta ser un científico para saber que (la mayoría) del papel procede de los árboles-, pero las cosas se complican cuando nos fijamos en la etimología.

La palabra libro en sí ha cambiado muy poco a lo largo de los siglos. En inglés antiguo tenía la forma bōc, y es de origen germánico, relacionada, por ejemplo, con el holandés boek, el alemán Buch o el gótico bōka. El significado también se ha mantenido bastante estable: en inglés antiguo un bōc era un volumen que consistía en una serie de páginas escritas y/o ilustradas encuadernadas para facilitar la lectura, o el texto que se escribía en dicho volumen, o un cuaderno en blanco, o a veces otro tipo de documento escrito, como un acta de constitución.

Chestnut_Castanea_dentata
Por Bruce Marlin. CC BY-SA 2.5 vía Wikimedia Commons.

El argumento para…

Las páginas de los libros en la época anglosajona se hacían de pergamino (es decir, de piel de animal), no de papel. Sin embargo, una etimología antigua y aún ampliamente aceptada supone que la base germánica de libro está relacionada en última instancia con el nombre del haya. Las explicaciones de la conexión semántica han variado considerablemente. En un momento dado, los estudiosos se centraron generalmente en la práctica de rayar las runas (el primitivo sistema de escritura germánico) en tiras de madera, pero los relatos más recientes han hecho hincapié en el uso de tablillas de madera para escribir.

Palabras de otras lenguas han seguido esta evolución semántica de ‘material para escribir’ a ‘escritura, libro’. Un ejemplo es el latín clásico liber que significa ‘libro’ (que es la raíz de biblioteca). Se cree que originalmente era un uso de liber que significa ‘corteza’, ya que la corteza de los árboles, según la tradición romana, se utilizaba en los primeros tiempos como material de escritura. Compárese también el sánscrito bhūrjá- (como sustantivo masculino) ‘árbol de abedul’, y (como sustantivo femenino) ‘corteza de abedul utilizada para escribir’.

El argumento contra…

Esta explicación ha preocupado a algunos estudiosos. Hay dos razones principales para ello. En primer lugar, las palabras para «libro» y «haya» en las primeras etapas registradas de varias lenguas germánicas pertenecen a diferentes clases de tallo (que determinan cómo forman sus terminaciones para el caso gramatical y el número), y la palabra para «libro» muestra una clase de tallo que a menudo se supone más arcaica que la que muestra la palabra para «haya».

En segundo lugar, en gótico (la lengua de los antiguos godos, conservada en importantes manuscritos tempranos) bōka en singular (normalmente) significa ‘letra (del alfabeto)’. En plural, el gótico bōkōs significa también ‘ documento (legal), libro’, pero algunos han argumentado que esto refleja un desarrollo posterior, modelado en el griego antiguo γράμμα (gramma) ‘letra, marca escrita’, también en plural γράμματα (grammata) ‘letras, literatura’ (esta palabra da finalmente la gramática inglesa moderna), y también en el latín clásico littera ‘letra del alfabeto, pieza corta de escritura’, también en el plural litterae ‘documento, texto, libro’ (esta palabra da finalmente la literatura inglesa moderna).

A la luz de estos factores, algunos han sugerido que libro y sus parientes germánicos pueden mostrar un origen diferente, de la misma base indoeuropea que el sánscrito bhāga- ‘porción, lote, posesión’ y el avestano baga ‘porción, lote, suerte’. La hipótesis es que una palabra de este origen llegó a utilizarse en germánico para un trozo de madera con runas (o una sola runa) inscritas en él, utilizado para echar suertes (una práctica descrita por el antiguo historiador Tácito), luego para los propios caracteres rúnicos, y de ahí para las letras griegas y latinas, y finalmente para los textos y libros que las contienen.

Sin embargo, muchos estudiosos siguen convencidos de que libro y haya están relacionados en última instancia, y sostienen que las formas y los significados que aparecen en los primeros documentos escritos en las distintas lenguas germánicas reflejan ya los resultados de un largo proceso de desarrollo en la forma y el significado de las palabras, que ha ocultado la relación original entre la palabra libro y el nombre del árbol. Para más detalles sobre esto, y para referencias a algunas de las principales discusiones sobre la etimología de book, véase la sección de etimología de la entrada de book en el OED Online.

Este artículo apareció por primera vez en el blog OxfordWords.

Philip Durkin es editor jefe adjunto del Oxford English Dictionary, y autor de Borrowed Words: A History of Loanwords in English.

La lengua importa. En Oxford Dictionaries, nos comprometemos a ofrecerle los beneficios de nuestra experiencia lingüística para ayudarle a conectarse con su mundo.

Suscríbase al OUPblog por correo electrónico o RSS.
Suscríbase sólo a los artículos lingüísticos del OUPblog por correo electrónico o RSS.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.