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La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque de la psicología ampliamente investigado. Hay numerosos artículos de investigación que destacan su eficacia para un amplio número de condiciones de salud mental.

Si usted ha sido un cliente de terapia en el último par de décadas, es probable que haya estado en el extremo receptor de la TCC. Sin embargo, la TCC tiene un sucio secreto: no funciona para todo el mundo.

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Practico la TCC, he enseñado TCC, incluso me ha ayudado la TCC. Dicho esto, he leído muchas investigaciones sobre la TCC, y hasta ahora no he encontrado un solo estudio en el que todos los participantes se hayan curado de todos los síntomas gracias a la TCC.

Suele ser eficaz, y más que la mayoría de los demás tratamientos para una serie de afecciones, pero es importante reconocer la realidad de que no cura todos los síntomas de todas las personas.

Sin reconocer esta realidad, podrías acabar culpándote a ti mismo o a tu terapeuta cuando la TCC no te cure. «Caramba», podría pensar, «ni siquiera la TCC puede ayudarme. Debo ser una verdadera causa perdida». No es así.

Entonces, ¿qué haces cuando has probado la TCC durante un tiempo y no sientes que estés mejorando? He aquí algunas ideas:

Considere otro tipo de intervención.

Hay muchos enfoques de la terapia. Si tiene un terapeuta con el que le gusta trabajar, podría preguntar qué otras intervenciones podrían hacer juntos en lugar de la TCC o junto con ella. Puedes buscar en la sección de autoayuda de una librería y encontrar uno o dos libros de ejercicios que te interesen. Si muchos de sus problemas están relacionados con las relaciones, tal vez la terapia de pareja o familiar sea más beneficiosa. Si tiene una inclinación creativa, tal vez valga la pena considerar la terapia de artes expresivas.

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¿Necesita aumentar o disminuir su «dosis» de terapia?

Puede ser difícil tomar impulso si no está viendo a su terapeuta lo suficiente o haciendo suficiente trabajo entre sesiones. Si sus síntomas son graves, es posible que no pueda confiar sólo en la terapia y podría considerar una derivación para hablar con alguien sobre los medicamentos.

Alternamente, a veces una persona necesita más tiempo entre sesiones para practicar nuevas habilidades. Piense en su actual «dosis» de terapia y discuta con su médico si es necesario ajustarla.

Pruebe algo «terapéutico» en lugar de la terapia.

Puede ser extraño escuchar a un terapeuta decir esto, pero a veces a las personas les ayudan otras cosas además de la terapia. Del mismo modo, a veces la terapia por sí sola no es suficiente. Complementar o sustituir la terapia con otras actividades significativas puede ser muy útil.

Algunos ejemplos: un grupo de meditación o de oración, llevar un diario, leer escritos de autoayuda o de inspiración, hacer algo creativo, aumentar las actividades sociales, aumentar el ejercicio, recibir masajes con regularidad, pasar más tiempo en la naturaleza.

Considere la posibilidad de realizar pruebas psicológicas formales.

A veces, las fortalezas y debilidades cognitivas de una persona, o su estilo de personalidad, pueden influir en qué tratamientos son los mejores para ellos. Además, a veces conocer estas cosas sobre una persona hace que el terapeuta sea más capaz de personalizar una intervención (¡incluso la TCC!) para que se ajuste mejor a sus puntos fuertes y aumente su eficacia.

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Hable con su terapeuta, psiquiatra, proveedor de atención primaria, compañía de seguros o haga una búsqueda en la web para encontrar un consultorio en su zona que realice evaluaciones psicológicas o neuropsicológicas. Prepárese para varias horas de pruebas, incluyendo largos cuestionarios y pruebas diseñadas para examinar diferentes capacidades cognitivas (por ejemplo, atención, memoria, funciones ejecutivas).

¿Le gusta su terapeuta?

Otro conjunto de investigaciones muestra que la calidad de la relación entre el terapeuta y el cliente explica la mayor parte del cambio en la terapia. Más que la intervención del tratamiento en sí, parece que la propia relación tiene poderes curativos.

Esto significa que es realmente importante encontrar un terapeuta con el que se sienta seguro, respetado y atendido. Puede significar que pruebe unos cuantos terapeutas diferentes antes de elegir uno con el que trabajar. También puede significar que cambie de terapeuta en algún momento de su tratamiento, tal vez porque ha crecido, se ha curado y ha cambiado, y necesita algo nuevo de la relación.

Terapia Cognitivo-Conductual Lecturas Esenciales

Recuerde, hay una fuerte investigación que apoya la TCC para ayudar a una amplia variedad de individuos con una amplia variedad de síntomas. Es un punto de partida razonable para muchas personas que entran en terapia, pero no es una panacea. Si la TCC no le ha ayudado, o no le ha ayudado lo suficiente, tiene opciones.

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