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Los enfoques de Milton Erickson son tan eficaces porque se basan en principios universales de la psicología.

Un adolescente encuentra a su fornido padre intentando desesperadamente -y sin conseguirlo- empujar a una vaca reticente hacia su establo. El joven, débil por un reciente ataque de poliomielitis, se acerca por detrás de la recalcitrante vaca y tira firmemente de su cola. La vaca se dirige inmediatamente en la dirección opuesta… hacia el establo. Problema resuelto.

Ese granjero era Milton Erickson, posiblemente el mayor psicoterapeuta de la historia. Nunca fundó una escuela de terapia y muchas de sus intervenciones terapéuticas desafiaban la categorización, pero «hipnosis ericksoniana» es el nombre comúnmente dado al estilo particular de hipnoterapia que utilizó y enseñó. Me gusta pensar que Erickson es más un descubridor que un inventor.

La hipnosis ericksoniana es más que ‘ericksoniana’

No hablamos de ‘gravedad newtoniana’. Newton no inventó la gravedad. Lo que hizo fue identificar, explicar y utilizar el fenómeno que ya estaba ahí, a nuestro alrededor. Los enfoques de la hipnosis ericksoniana han demostrado ser tan eficaces porque se basan en principios universales de la psicología que son comunes a todos nosotros.

Si se quiere resumir el enfoque de Erickson, difícilmente se podría hacer mejor que llamarlo «intervención dirigida basada en una clara percepción de las necesidades actuales de un individuo único». No tenía un protocolo rígido, sino que prestaba mucha atención a la persona que tenía delante y determinaba qué era lo que mejor se adaptaba a sus necesidades.

Esto requería una visión aguda y una flexibilidad total. Era un maestro de la «solución sorpresa», el principio hipnótico universal por el que un choque repentino desencadena la respuesta de orientación y nos abre de par en par a la sugestión y el aprendizaje. Y siempre sabía qué sugerir en ese momento crítico!

¡Un shock es tan bueno como un cambio!

Erickson estaba tratando una vez a una joven que, convencida de que sus pies (de tamaño perfectamente normal) eran demasiado grandes y feos, dejó de salir. Erickson organizó una visita a domicilio a la madre enferma de la mujer (también era médico) y, mientras estaba allí, «accidentalmente a propósito» pisó el pie de la joven.

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Mientras ella retrocedía conmocionada, él dijo en voz alta: «¡Si pudieras hacer crecer esos pies lo suficiente para que un hombre los viera!» En un solo acto, centró su atención (con el dolor y la conmoción de que le pisaran el pie), replanteó su idea de que sus pies eran demasiado grandes y aflojó sus ideas sobre su propia falta de atractivo para los hombres.

Entonces, ¿cómo se «hace» la hipnosis ericksoniana?

Enfócate en los patrones más grandes que hay detrás de la técnica

Cuando puedes ver lo que se necesita, no necesitas teorizar ni complicarte demasiado.

Enseñamos a terapeutas y consejeros la ‘Técnica del Rebobinado’, una forma muy fiable y cómoda de liberar a las personas de sus traumas y fobias. Siempre nos preocupamos de enseñar los principios en los que se basa esta técnica. Esto garantiza que, en caso de necesidad, el principio pueda aplicarse eficazmente aunque el proceso utilizado ni siquiera sea reconocido como ‘técnica de rebobinado’ por un observador casual.

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Usa el impresionante poder de la implicación

Erickson sabía la diferencia entre simplemente decirle a alguien algo (que puede ser fácilmente rechazado) y hacerle sentir algo nuevo.

La mente inconsciente está cableada para responder a los estímulos subliminales a través de la implicación. Por ejemplo, puedes conseguir que alguien se sienta más relajado sin dar una sola sugerencia directa. La implicación lo hace todo:

«Cuando la gente empieza a relajarse profundamente… realmente empiezan a sentirse más cómodos… y cuando lo hacen… notan que la respiración… simplemente… empieza… a… ralentizarse…»

Aquí sólo estás hablando de «otras personas», no de la persona que tienes delante. Pero todos asociamos inconscientemente a ‘otras personas’…

Toma lo que te dan

¿Has notado cómo a algunos terapeutas les encanta salpicar su charla con jerga? Erickson estaba mucho más interesado en conocer el lenguaje, los intereses, la idiosincrasia y los modismos de sus pacientes que en confundirlos o intimidarlos con conceptos de jerga como «líneas temporales» y «niño interior» y todo lo demás. La jerga tiene su lugar, por supuesto, pero ese lugar probablemente no sea la sala de terapia.

En cambio, Erickson era un maestro de la «utilización». El hecho de esforzarse por conocer realmente al paciente le permitía «hablar con el paciente» y formar creativamente su enfoque en torno a su realidad actual.

Por ejemplo, Erickson creó una inducción hipnótica muy eficaz basada en cómo crecen los tomates para un paciente que sufría un fuerte dolor terminal. Había descubierto que el hombre había sido un gran jardinero y estaba especialmente orgulloso de sus tomates, y esta analogía le funcionó debido a la asociación personal.

Así que, a un aficionado al fútbol, podríamos hablarle de sus «goles» o de cómo podemos «dar el pistoletazo de salida» con un poco de relajación para que pueda empezar a «ponerse las pilas». A un programador de ordenadores, podemos hablarle de «actualizar» su mente para que «funcione mejor». Pero no podrá hacerlo a menos que dedique tiempo a aprender la ‘jerga’ que importa a su cliente.

La resolución de problemas ‘ericksoniana’ existía antes de que Milton Erickson entrara en escena. Utiliza estos principios para trascender los límites de la teoría y aumentar tu efectividad y creatividad terapéutica e hipnótica.

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Acerca de Mark Tyrrell

La psicología es mi pasión. Soy formador de psicoterapeutas desde 1998, especializado en enfoques breves y centrados en soluciones. Ahora enseño a profesionales de todo el mundo a través de nuestros cursos online.

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