Cuando un bebé desarrolla un punto plano, ya sea en la espalda o en un lado de la cabeza, podría ser un signo de una deformidad posicional de la cabeza. También conocida como plagiocefalia posicional o síndrome de cabeza aplanada, puede ocurrir cuando un bebé duerme en la misma posición repetidamente o debido a problemas con los músculos del cuello (tortícolis). Como las cabezas de los bebés son blandas para permitir el increíble crecimiento del cerebro que se produce en el primer año de vida, son susceptibles de ser «moldeadas» en una forma plana. Afortunadamente, la plagiocefalia posicional suele ser fácil de tratar y, con una intervención adecuada, se corregirá por sí sola cuando el niño tenga un año de edad. Los bebés prematuros son más vulnerables a las deformidades craneales posicionales porque sus cráneos son más blandos que los de los bebés nacidos a término y porque sus necesidades médicas a veces hacen que pasen mucho tiempo de espaldas, sin que se les mueva ni se les levante. Las deformidades craneales posicionales no deben confundirse con la craneosinostosis, una afección más grave que se produce cuando los huesos del cráneo se fusionan demasiado pronto, lo que provoca una forma anormal del cráneo y posibles daños cerebrales si la afección no se corrige. La craneosinostosis suele corregirse con cirugía.
Diagnóstico de la deformidad craneal posicional
El médico del niño suele diagnosticar la plagiocefalia posicional simplemente examinando la cabeza del niño. El médico también observará si el reposicionamiento regular de la cabeza del niño durante el sueño consigue remodelar el cráneo en crecimiento con el tiempo. Pueden ser necesarias radiografías o un TAC para confirmar el diagnóstico o aclarar si los huesos del cráneo están normalmente separados o si se han fusionado demasiado pronto. Si los huesos no están fusionados, el médico descartará la craneosinostosis y confirmará que el niño tiene una deformidad craneal posicional.
Tratamiento de la deformidad craneal posicional
El tratamiento de la plagiocefalia posicional causada por la posición al dormir suele ser fácil e indoloro, y consiste en un simple reposicionamiento de los bebés durante el sueño para animarles a alternar la posición de la cabeza mientras duermen boca arriba. Asegúrese siempre de que su bebé pasa mucho tiempo supervisado boca abajo mientras está despierto durante el día. El tiempo boca abajo no sólo favorece la formación normal de la espalda y la cabeza, sino que ayuda a los bebés a aprender a empujar hacia arriba con los brazos, lo que contribuye a desarrollar los músculos del cuello. Si la causa de la cabeza aplanada de su bebé es la tortícolis, su médico le indicará un curso de fisioterapia para enseñarle ejercicios que puede hacer con su bebé y que consisten en técnicas de estiramiento gradual y progresivo para elongar los músculos del cuello, lo que les permitirá sostener mejor la cabeza del niño de forma que la deformidad craneal se corrija por sí sola. Para los niños con deformidad craneal posicional grave, los médicos pueden recetar un casco o una banda para la cabeza moldeados a medida. Funcionan mejor si se empiezan a usar entre los 4 y los 6 meses, cuando el niño crece más rápido, y suelen ser menos útiles después de los 10 meses de edad. Funcionan aplicando una presión suave pero constante sobre el cráneo en crecimiento del bebé en un esfuerzo por redirigir el crecimiento.
Perspectiva a largo plazo para los niños con deformidad craneal posicional
La perspectiva para los bebés con deformidad craneal posicional es excelente. La mayoría de las deformidades se autocorrigen cuando el niño tiene un año de edad. Una deformidad persistente puede corregirse con cirugía reconstructiva entre los 12 y los 18 meses de edad, pero son muy pocos los casos que lo requieren.
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