La falta de tratamiento de emergencia puede causar discapacidades de por vida o la muerte

El desprendimiento de la placenta es relativamente infrecuente, pero cuando ocurre, puede poner en peligro la vida de la madre y del niño.

Los médicos y otros proveedores de atención al embarazo tienen el deber de diagnosticar el desprendimiento de la placenta y tomar las medidas adecuadas tan pronto como se produzca.

¿Qué es el desprendimiento de la placenta?

Durante un embarazo normal, la placenta (un órgano dentro del útero que proporciona oxígeno y nutrientes al feto) permanece unida a la pared uterina durante todo el embarazo y el parto. Una vez que nazca el bebé, la placenta se separará por sí sola y saldrá de forma natural por el canal de parto.

Pero en un desprendimiento de la placenta, ésta se separa de la pared interna del útero. Incluso una separación parcial se considera una emergencia médica porque pone en peligro el suministro de oxígeno del bebé. La privación de oxígeno resultante (conocida como asfixia del parto) puede dar lugar a una serie de complicaciones graves o discapacidades de por vida, que pueden incluir:

  • Encefalopatía hipóxica-encefalopatía isquémica (HIE) / encefalopatía neonatal
  • Parálisis cerebral
  • Microcefalia
  • Leucomalacia periventricular
  • Convulsiones
  • Discapacidades de aprendizaje y/o retrasos en el desarrollo

El desprendimiento de la placenta también puede causar graves complicaciones de salud a largo plazo para la madre, incluyendo:

  • Choque
  • Pérdida excesiva de sangre
  • Insuficiencia renal
  • Insuficiencia orgánica
  • Trastornos de la coagulación
  • La necesidad de una transfusión de sangre
  • La necesidad de una histerectomía

Si no se trata, el desprendimiento de la placenta puede resultar mortal para el bebé y/o la madre.

¿Qué causa el desprendimiento de la placenta durante el parto?

El desprendimiento de la placenta puede ocurrir en cualquier momento después de las 20 semanas de gestación, pero la mayoría de los casos ocurren durante el parto. La causa no siempre es evidente. Los factores de riesgo conocidos son:

  • Traumatismos abdominales durante el embarazo o el parto
  • Antecedentes de desprendimiento de la placenta no causados por traumatismos abdominales
  • Antecedentes de cesárea
  • Preeclampsia, eclampsia o hipertensión materna
  • Pérdida repentina de líquido amniótico
  • Descompresión repentina del útero
  • Ruptura de aguas demasiado pronto
  • Una madre joven o una madre de más de 40 años
  • Pinchazo de la placenta
  • Problemas con los vasos sanguíneos del útero
  • Estar embarazada de más de un bebé a la vez

El desprendimiento de la placenta ocurre con más frecuencia en los bebés varones. También hay algunas pruebas que sugieren una conexión con las madres que fuman o consumen cocaína.

Los médicos deben conocer los factores de riesgo y vigilar de cerca las complicaciones antes y durante el parto.

Signos &Síntomas del desprendimiento de la placenta

Los signos y síntomas del desprendimiento de la placenta en el tercer trimestre pueden incluir:

  • Sangrado vaginal (aunque no todos los casos muestran signos de sangrado)
  • Sangrado interno
  • Dolor de espalda, que puede aparecer de forma repentina
  • Dolor abdominal intenso, que puede aparecer repentinamente
  • Firmeza o sensibilidad en el útero o el abdomen
  • Contracciones que comienzan a producirse en rápida sucesión
  • Ritmo cardíaco rápido
  • Presión arterial baja

Los síntomas mencionados anteriormente también pueden producirse durante el parto. Otros síntomas de desprendimiento de la placenta durante el parto pueden ser:

  • Señales de sufrimiento fetal
  • Sangrado excesivo durante el parto
  • Contracciones de parto inusualmente prolongadas

Asistencia legal a las víctimas de desprendimiento de la placenta

Los profesionales sanitarios deben vigilar a sus pacientes cuidadosamente y tomar medidas inmediatas al identificar cualquier signo o síntoma de desprendimiento de la placenta.

Debido a que el desprendimiento puede ocurrir repentinamente, incluso en pacientes sin factores de riesgo conocidos, es fundamental que los médicos y el personal de enfermería estén familiarizados con los protocolos de tratamiento adecuados, que pueden incluir la cesárea de emergencia.

Los médicos también deben advertir a las madres que corren un mayor riesgo de sufrir un desprendimiento de la placenta y vigilar cuidadosamente sus constantes vitales durante todo el embarazo, el parto y el alumbramiento, solicitando análisis de sangre y realizando diagnósticos exhaustivos cuando sea necesario.

Si usted, su hijo o un ser querido han sufrido lesiones graves o permanentes a causa de un desprendimiento de la placenta evitable o mal tratado, puede tener derecho a una importante compensación económica por su sufrimiento.

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