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Este artículo trata sobre una dieta moderna. Para información sobre las prácticas dietéticas de los humanos del Paleolítico, véase Paleolítico § Dieta y nutrición.

La dieta paleolítica, dieta paleo, dieta cavernícola o dieta de la edad de piedra es una dieta moderna de moda que consiste en alimentos que, según sus defensores, reflejan los que se comían durante el Paleolítico.

Hay diferentes variantes de la dieta; algunas se basan predominantemente en las plantas, pero las variantes populares más recientes se centran en los productos animales. La dieta evita los alimentos procesados y suele incluir verduras, frutas, frutos secos, raíces y carne, y excluye los productos lácteos, los cereales, el azúcar, las legumbres, los aceites procesados, la sal, el alcohol y el café. Las ideas en las que se basa esta dieta se remontan a las dietas primitivas defendidas en el siglo XIX. En la década de 1970, Walter L. Voegtlin popularizó una dieta de la «Edad de Piedra» centrada en la carne, y en el siglo XXI, la dieta paleo se popularizó en los libros más vendidos de Loren Cordain. En 2019, la industria de la dieta paleo tenía un valor aproximado de 500 millones de dólares.

En el siglo XXI, la secuenciación del genoma humano y el análisis del ADN de los restos de los primeros humanos han encontrado pruebas de que los humanos evolucionaron rápidamente en respuesta al cambio de dieta. Esta evidencia socava una premisa central de la dieta paleolítica, que la digestión humana ha permanecido esencialmente sin cambios a lo largo del tiempo. La ciencia antropológica ha descubierto que la dieta humana paleolítica era más variada y menos centrada en la carne de lo que se había supuesto.

La dieta paleolítica se promueve como una forma de mejorar la salud. Hay algunas pruebas de que seguirla puede conducir a mejoras en la composición corporal y el metabolismo en comparación con la típica dieta occidental o en comparación con las dietas recomendadas por algunas directrices nutricionales europeas. Por otro lado, el seguimiento de la dieta puede provocar deficiencias nutricionales, como una ingesta inadecuada de calcio, y los efectos secundarios pueden incluir debilidad, diarrea y dolores de cabeza.

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