Querida Diversión en la Ducha,
El cabezal de la ducha como herramienta de masturbación es un excelente descubrimiento y rociar agua en o alrededor de tus genitales externos es A-OK, pero tienes razón – no debes dejar que el agua rocíe tu vagina. No quiero aguarte la fiesta, pero hay varios riesgos posibles. Enviar el chorro de la ducha al interior de la vagina podría imitar las duchas vaginales (ver Duchas vaginales para más información), que ahora se reconoce ampliamente que son malas para la salud vaginal. Rociar el agua en el interior puede eliminar las bacterias sanas y otros organismos que se encuentran de forma natural en el interior y alterar el entorno ligeramente ácido de la vagina. Esto aumenta el riesgo de problemas como la vaginosis bacteriana y las infecciones por hongos.
Las duchas vaginales regulares, o antes o después de las relaciones sexuales, también pueden aumentar el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), como la clamidia o la gonorrea. Estas infecciones aprovechan la ausencia de la flora vaginal habitual para instalarse. También puede irritar el tejido vaginal, lo que puede hacerte más susceptible a las ITS. Y, si tienes algún intruso extraño, las duchas vaginales pueden forzar su entrada en el tracto genital superior (el útero, las trompas de Falopio y la cavidad abdominal). Una ducha vaginal o un cabezal de ducha contaminados también pueden introducir nuevas infecciones. Las infecciones pueden incluso provocar la enfermedad inflamatoria pélvica, una afección que puede causar una disminución de la fertilidad, infertilidad y embarazos ectópicos.
Otro riesgo posible (pero más raro) de rociar agua dentro de la vagina es que podría forzar el aire dentro de su cuerpo y causar potencialmente una embolia de aire. Una embolia de aire es una bolsa de aire que entra en el torrente sanguíneo. Si una burbuja de aire llega al corazón, los pulmones o el cerebro, podría causar daños permanentes o incluso la muerte. Aunque esto es poco probable, sigue siendo una gran razón para mantener la diversión de su cabezal de ducha para estimular las áreas externas, como los labios, el clítoris, los senos, los pezones, o cualquier otra zona erógena que flota su barco.
Todo lo dicho, seguir adelante y disfrutar de su cabezal de ducha.
Aquí es a cantar en la lluvia,