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Revisado médicamente por Drugs.com. Last updated on May 7, 2020.

Overview

Los divertículos son pequeñas bolsas abultadas que pueden formarse en el revestimiento de su sistema digestivo. Se encuentran con mayor frecuencia en la parte inferior del intestino grueso (colon). Los divertículos son comunes, especialmente después de los 40 años, y rara vez causan problemas.

La presencia de divertículos se conoce como diverticulosis (die-vur-tik-yoo-LOE-sis). Cuando una o más de las bolsas se inflaman, y en algunos casos se infectan, esa condición se conoce como diverticulitis (die-vur-tik-yoo-LIE-tis). La diverticulitis puede causar dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y un marcado cambio en los hábitos intestinales.

La diverticulitis leve puede tratarse con reposo, cambios en la dieta y antibióticos. La diverticulitis grave o recurrente puede requerir una intervención quirúrgica.

Diverticulosis y diverticulitis

La diverticulosis se produce cuando se desarrollan pequeñas bolsas abultadas (divertículos) en el tubo digestivo. Cuando una o más de estas bolsas se inflaman o infectan, la afección se denomina diverticulitis.

Síntomas

Los signos y síntomas de la diverticulitis incluyen:

  • Dolor, que puede ser constante y persistir durante varios días. La parte inferior izquierda del abdomen es el lugar habitual del dolor. A veces, sin embargo, el lado derecho del abdomen es más doloroso, especialmente en personas de origen asiático.
  • Náuseas y vómitos.
  • Fiebre.
  • Ternura abdominal.
  • Estreñimiento o, con menos frecuencia, diarrea.

Cuándo consultar a un médico

Acuda al médico siempre que tengas un dolor abdominal constante e inexplicable, sobre todo si también tienes fiebre y estreñimiento o diarrea.

Causas

Las diéresis suelen desarrollarse cuando los lugares naturalmente débiles del colon ceden bajo presión. Esto hace que sobresalgan bolsas del tamaño de una canica a través de la pared del colon.

La diverticulitis se produce cuando los divertículos se desgarran, dando lugar a una inflamación y, en algunos casos, a una infección.

Factores de riesgo

Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar diverticulitis:

  • Envejecimiento. La incidencia de la diverticulitis aumenta con la edad.
  • Obesidad. Tener un sobrepeso importante aumenta las probabilidades de desarrollar diverticulitis.
  • Fumar. Las personas que fuman cigarrillos tienen más probabilidades de sufrir diverticulitis que los no fumadores.
  • Falta de ejercicio. El ejercicio vigoroso parece reducir el riesgo de diverticulitis.
  • Dieta rica en grasa animal y baja en fibra. Una dieta baja en fibra en combinación con una alta ingesta de grasa animal parece aumentar el riesgo, aunque el papel de la baja fibra por sí sola no está claro.
  • Ciertos medicamentos. Varios fármacos se asocian a un mayor riesgo de diverticulitis, incluidos los esteroides, los opioides y los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve).

Complicaciones

Alrededor del 25% de las personas con diverticulitis aguda desarrollan complicaciones, que pueden incluir:

  • Un absceso, que se produce cuando se acumula pus en la bolsa.
  • Una obstrucción en el intestino causada por la cicatrización.
  • Un conducto anormal (fístula) entre secciones del intestino o el intestino y otros órganos.
  • Peritonitis, que puede ocurrir si la bolsa infectada o inflamada se rompe, derramando el contenido intestinal en la cavidad abdominal. La peritonitis es una emergencia médica y requiere atención inmediata.

Prevención

Para ayudar a prevenir la diverticulitis:

  • Haga ejercicio regularmente. El ejercicio favorece el funcionamiento normal del intestino y reduce la presión dentro del colon. Intente hacer ejercicio al menos 30 minutos la mayoría de los días.
  • Coma más fibra. Una dieta rica en fibra disminuye el riesgo de diverticulitis. Los alimentos ricos en fibra, como las frutas y verduras frescas y los cereales integrales, ablandan el material de desecho y lo ayudan a pasar más rápidamente por el colon. El consumo de semillas y frutos secos no está asociado al desarrollo de diverticulitis.
  • Beba mucho líquido. La fibra funciona absorbiendo agua y aumentando los residuos blandos y voluminosos en su colon. Pero si no bebe suficiente líquido para reemplazar lo que se absorbe, la fibra puede ser estreñidora.
  • Evite fumar. Fumar se asocia con un mayor riesgo de diverticulitis.

Diagnóstico

La diverticulitis suele diagnosticarse durante un ataque agudo. Dado que el dolor abdominal puede indicar una serie de problemas, su médico deberá descartar otras causas de sus síntomas.

Su médico comenzará con un examen físico, que incluirá la comprobación de la sensibilidad de su abdomen. Las mujeres suelen someterse también a un examen pélvico para descartar una enfermedad pélvica.

Después, es probable que se realicen las siguientes pruebas:

  • Exámenes de sangre y orina, para comprobar si hay signos de infección.
  • Una prueba de embarazo para las mujeres en edad fértil, para descartar el embarazo como causa del dolor abdominal.
  • Un análisis de enzimas hepáticas, para descartar causas de dolor abdominal relacionadas con el hígado.
  • Un análisis de heces, para descartar infecciones en personas que tienen diarrea.
  • Una tomografía computarizada, que puede identificar bolsas inflamadas o infectadas y confirmar el diagnóstico de diverticulitis. La TC también puede indicar la gravedad de la diverticulitis y orientar el tratamiento.

Tratamiento

El tratamiento depende de la gravedad de sus signos y síntomas.

Diverticulitis no complicada

Si sus síntomas son leves, puede recibir tratamiento en casa. Es probable que su médico le recomiende:

  • Antibióticos para tratar la infección, aunque las nuevas directrices establecen que en los casos muy leves pueden no ser necesarios.
  • Una dieta líquida durante unos días mientras su intestino se cura. Una vez que los síntomas mejoren, puede añadir gradualmente alimentos sólidos a su dieta.

Este tratamiento tiene éxito en la mayoría de las personas con diverticulitis no complicada.

Diverticulitis complicada

Si sufre un ataque grave o tiene otros problemas de salud, es probable que deba ser hospitalizado. El tratamiento suele consistir en:

  • Antibióticos intravenosos
  • Inserción de una sonda para drenar un absceso abdominal, si se ha formado

Cirugía

Es probable que necesite cirugía para tratar la diverticulitis si:

  • Tiene una complicación, como un absceso intestinal, una fístula u obstrucción, o una punción (perforación) en la pared intestinal
  • Ha tenido múltiples episodios de diverticulitis no complicada
  • Tiene un sistema inmunitario debilitado

Hay dos tipos principales de cirugía:

  • Resección primaria del intestino. El cirujano extirpa los segmentos enfermos del intestino y luego reconecta los segmentos sanos (anastomosis). Esto le permite tener movimientos intestinales normales. Dependiendo de la cantidad de inflamación, se puede realizar una cirugía abierta o un procedimiento mínimamente invasivo (laparoscópico).
  • Resección intestinal con colostomía. Si tiene tanta inflamación que no es posible volver a unir el colon y el recto, el cirujano realizará una colostomía. Una abertura (estoma) en la pared abdominal se conecta a la parte sana del colon. Los residuos pasan a través de la abertura a una bolsa. Una vez que la inflamación haya remitido, la colostomía puede revertirse y el intestino volver a conectarse.

Cuidados de seguimiento

Su médico puede recomendarle una colonoscopia seis semanas después de que se recupere de la diverticulitis, especialmente si no se ha sometido a la prueba en el año anterior. No parece haber una relación directa entre la enfermedad diverticular y el cáncer de colon o recto. Pero la colonoscopia -que es arriesgada durante un ataque de diverticulitis- puede excluir el cáncer de colon como causa de sus síntomas.

Después de un tratamiento exitoso, su médico puede recomendar la cirugía para prevenir futuros episodios de diverticulitis. La decisión sobre la cirugía es individual y suele basarse en la frecuencia de los ataques y en si se han producido complicaciones.

Medicina alternativa

Algunos expertos sospechan que las personas que desarrollan diverticulitis pueden no tener suficientes bacterias buenas en el colon. Los probióticos -alimentos o suplementos que contienen bacterias beneficiosas- se sugieren a veces como una forma de prevenir la diverticulitis. Pero ese consejo no ha sido validado científicamente.

Preparación para una cita

Es posible que le remitan a un médico especializado en trastornos del aparato digestivo (gastroenterólogo).

Lo que puede hacer

  • Tenga en cuenta cualquier restricción previa a la cita, como no comer alimentos sólidos el día anterior a la misma.
  • Anote sus síntomas, incluidos los que puedan parecer no relacionados con el motivo por el que ha concertado la cita.
  • Haga una lista de todos sus medicamentos, vitaminas y suplementos.
  • Anote su información médica clave, incluyendo otras condiciones.
  • Anote la información personal clave, incluyendo cualquier cambio reciente o factores de estrés en su vida.
  • Pida a un familiar o amigo que le acompañe, para ayudarle a recordar lo que dice el médico.
  • Escriba una lista de preguntas para hacer a su médico.

Preguntas para hacer a su médico

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesito? ¿Requiere estas pruebas alguna preparación especial?
  • ¿Qué tratamientos hay disponibles?
  • ¿Volverá la diverticulitis?
  • ¿Debo eliminar o añadir algún alimento en mi dieta?
  • Tengo otras condiciones de salud. ¿Cómo puedo controlar mejor estas enfermedades al mismo tiempo?

Además de las preguntas que ha preparado para su médico, no dude en hacer otras durante su cita.

Qué esperar de su médico

Es probable que su médico le haga varias preguntas. Estar preparado para responderlas puede hacer que haya tiempo para repasar los puntos a los que quiera dedicar más tiempo. Es posible que le pregunte:

  • ¿Cuándo empezó a experimentar los síntomas y cuál es su gravedad?
  • ¿Sus síntomas han sido continuos u ocasionales?
  • ¿Qué parece mejorar o empeorar sus síntomas?
  • ¿Ha tenido fiebre?
  • ¿Qué medicamentos y analgésicos toma?
  • ¿Ha tenido dolor al orinar?
  • ¿Se ha hecho alguna vez una prueba de detección de cáncer de colon (colonoscopia)?

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