La Revolución Francesa de 1789-1799 tuvo un éxito moderado en su intento de conseguir sus objetivos para la clase baja de Francia. Los revolucionarios franceses pretendían obtener un mayor poder para el Tercer Estado, romper el absolutismo de la monarquía francesa y derrocar a la aristocracia, introducir una constitución que limitara el poder de la clase alta en la toma de decisiones para el país y que la clase baja tuviera más poder y libertad dentro del gobierno y en su vida cotidiana. En los primeros años de la revolución francesa la clase alta tenía la mayoría del poder dentro del país aunque su poder era limitado hasta que la clase baja empezó a rebelarse y a convertirse en una fuerza digna de mención. La revolución francesa consiguió obtener un gran poder para la clase baja, creando una constitución, limitando el poder de la monarquía, dando al Tercer Estado un gran control sobre la población de Francia y consiguiendo derechos y poder para la clase baja de Francia.

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La revolución francesa tuvo éxito en la obtención de más poder y control para el Tercer Estado. Al comienzo de la revolución francesa en 1789 el pueblo común francés se unió para perseguir sus objetivos comunes. El Tercer Estado era un representante de la clase baja, media y trabajadora en el gobierno, el Primer y Segundo Estado eran delegados del clero y la nobleza. El asalto a la Bastilla obligó al rey Luis XVI a dar más poder y atención al Tercer Estado. En 1789, el 14 de julio, una turba de plebeyos franceses reprimidos asaltó la Bastilla, la mayor prisión de Francia y una representación de la supresión de la clase baja. La realeza también fue capturada y encarcelada en un intento de amenazar su posición continua como líderes de Francia. Este acontecimiento obligó al rey Luis a actuar para mantener el control sobre la clase baja. El tercer estado ganó más poder en el gobierno, lo que se demostró cuando se introdujo la constitución francesa y se aceptó a la fuerza para reducir el poder de la aristocracia. Esto ilustró el éxito de las revoluciones francesas en la obtención del poder y el control en el gobierno.

La revolución francesa también tuvo éxito en su lucha por lograr los derechos y la libertad para la población común de Francia. El poder absoluto de la monarquía francesa comenzaba a derrumbarse a medida que la clase baja alcanzaba más derechos y privilegios que le permitían controlar su destino en el gobierno. En 1792, Francia se convirtió en una república democrática radical, lo que le otorgó un mayor dominio sobre su propia población. En 1790 la Constitución Civil del Clero fue aprobada por el Tercer Estado, que en ese momento era conocido como la Asamblea Nacional. Esta ley recién introducida limitaba el poder de la iglesia y hacía que el gobierno fuera laico y estuviera separado de la influencia de la iglesia. La Constitución de 1791 se introdujo para limitar drásticamente el poder de los monarcas y la aristocracia en su contribución a las decisiones del gobierno. Las leyes que se incorporaron al gobierno francés bajo el control de la Asamblea Nacional son una demostración del poder que habían obtenido y del éxito de la revolución francesa en la obtención de derechos y libertades para la clase baja de Francia.

Aunque la revolución francesa tuvo éxito en el aspecto de la obtención de derechos para la clase baja, fracasó duramente en su intento de derrocar a la aristocracia al principio de la revolución. Las masacres de septiembre ocurrieron en 1792 y se prolongaron durante cinco días. Muchos prisioneros de París fueron víctimas de los asesinatos de la clase baja. Esta masacre se cometió por miedo a una revuelta de la aristocracia. Aunque este fue el resultado de esta masacre ya que muchos de los implicados de la clase baja fueron castigados con la muerte. Este intento de derrocar y reprimir a la clase alta fue un fracaso para la revolución francesa. Actuaron por miedo y como resultado no pudieron obtener su objetivo de mayor poder sobre la aristocracia. Este acontecimiento fue un fracaso para la revolución francesa.

La revolución francesa tampoco consiguió proporcionar igualdad y libertad entre la gente común de Francia. En un intento de asustar a los enemigos de la revolución y evitar la contrarrevolución, la asamblea nacional condenó a muerte a entre 20.000 y 40.000 personas. Este intento de proteger el poder de la Asamblea Nacional, esencialmente de los revolucionarios, creó desorden y desconfianza entre el pueblo en 1793 y 1794. La Asamblea Nacional fue incapaz de proporcionar libertad al pueblo de Francia. Muchos de la clase baja fueron condenados a la guillotina debido a la crítica del gobierno. Este acontecimiento fue también un fracaso en la revolución francesa, ya que la población baja de Francia no experimentó la libertad y la igualdad después de su supresión a largo plazo, sino que se les hizo seguir a la clase baja que tenía el poder. Su aspiración de crear un país sin clases ni jerarquías fue un fracaso ya que sólo una minoría de la clase baja ostentaba el poder total del resto del país, incluida la clase baja que aún no había obtenido el poder.

La revolución francesa experimentó el éxito en 1793 en Vendée cuando la clase baja suprimió a la realeza de Francia que intentó contrarrestar la revuelta contra los revolucionarios franceses. Muchos de los miembros de la clase alta de la aristocracia, incluyendo: alcaldes, jueces, guardias nacionales, educadores y sacerdotes, participaron en débiles intentos de recuperar el control y el poder sobre Francia. La aristocracia fue inmediata y brutalmente extinguida, ya que se enviaron 45.000 soldados en un intento exitoso de sofocar la débil revolución formada por la aristocracia inexperta y desarmada. La clase alta fue fácilmente derrotada y la clase baja recuperó el control del país. Los revolucionarios franceses consiguieron reprimir y desmoralizar el intento de revolución de los aristócratas para proteger a la clase baja de perder el poder.

La revolución francesa instituyó una ley que les permitía juzgar a las personas en los tribunales, sospechosas de traición a la república. Este intento de reducir la traición contra la república fue un éxito ya que filtró a los potenciales traidores de los ciudadanos de Francia y protegió a la población común bajo el control de la clase baja. En septiembre de 1793, la Asamblea Nacional introdujo la Ley de Sospechosos en un esfuerzo victorioso por proteger a los plebeyos de Francia. Esta ley trajo seguridad y garantía a la clase baja, haciendo que esta ley tuviera éxito en el mantenimiento del poder para la clase baja de Francia.

El intento de las revoluciones francesas de dar a los esclavos más libertad y poder fue defectuoso ya que muchos aristócratas no estaban de acuerdo con las leyes o desestimaban completamente la autoridad de la clase baja. En febrero de 1794 se abolió la esclavitud en todas las colonias francesas, muchos aristócratas de estas colonias estaban descontentos y como resultado huyeron de las islas a otros países que seguían permitiendo la esclavitud. Este intento de dar más poder a la clase baja fracasó ya que los esclavos no fueron capaces de mantener el poder que se les otorgaba debido a la aristocracia. Esta ley no pudo mantenerse y fue un fracaso en la revolución francesa en su intento de dar igual poder y libertad a la clase baja.

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Otra área en la que la revolución francesa fue incapaz de dar a la clase baja el poder sobre su propia vida diaria fue la excesiva fluctuación de los precios del pan y el arroz. El pan y el arroz constituían la mayor parte de la dieta de los campesinos, cuando los precios aumentaban la clase baja sufría inevitablemente. Los disturbios del pan de 1795 fueron protestas no violentas contra la Asamblea Nacional al no poder mantener un precio estable para el pan. Estos disturbios fueron una ilustración de la incapacidad de la Asamblea Nacional para proporcionar a la clase baja el poder y el control sobre los precios de los alimentos y, por extensión, sobre sus propias vidas.

La revolución francesa fracasó en la protección de la clase baja y en el mantenimiento del poder para la clase baja. En 1795-1799 el directorio, un grupo de cinco miembros se convirtió en los administradores de Francia. Este directorio fue introducido para obtener estabilidad para Francia, aunque la corrupción comenzó a impregnar el sistema. Los miembros del directorio manipularon las leyes y anularon los resultados electorales que no les gustaban. El directorio fue incapaz de proporcionar estabilidad al país y de proteger a la república y al pueblo de la guerra y la corrupción. La revolución francesa fracasó en este aspecto para proporcionar protección y poder constante al pueblo de Francia.

La revolución francesa también tuvo éxito cuando la revolución terminó y Napoleón introdujo su dictadura revolucionaria en el país. Napoleón llegó al poder en 1799 e introdujo sus ideales. La clase baja de Francia estaba satisfecha y protegida con la introducción de Napoleón y sus ideas.

La revolución francesa tuvo éxito en la obtención de muchos de sus objetivos. Aunque hubo muchos fracasos a lo largo del intento de la revolución francesa de obtener poder, control y derechos dentro de Francia. La revolución francesa fue incapaz de conseguir una protección constante para la clase baja, precios invariables del pan y la comida para los plebeyos, libertad completa y derechos para los esclavos dentro de las colonias francesas e igualdad y libertad completa para la población común de Francia. La revolución francesa experimentó muchos éxitos y también muchos fracasos; aunque en general fueron capaces de cumplir con sus principales objetivos y metas para la gente común de Francia haciendo de la revolución francesa un éxito moderado.

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