En Star Wars: El ascenso de Skywalker, Adam Driver regresó como el poderoso y temido señor de la guerra sith Kylo Ren. Asumió el cargo de Líder Supremo de la Primera Orden -tras asesinar a Snoke- y el Emperador Palpatine le encargó que acabara con la Resistencia. La épica guerra intergaláctica requería mucha acción intensa con el sable láser, lo que exigía más atletismo por parte de Driver que el requerido en papeles anteriores. Pero el ex marine estuvo a la altura del reto y se preparó para la batalla con el entrenador londinense Simon Waterson.

«No hay duda de que la carrera militar de Adam se reflejó en nuestros entrenamientos», dice Waterson. El entrenador viajó con el elenco durante el largo periodo de producción para asegurarse de que mantuvieran constantemente su forma física, así como su salud. «No tuve que presionar a Adam para que se esforzara. Él tenía toda esa motivación. Se trataba más bien de ralentizarlo».

Waterson mantenía a Driver en vilo tomando dos o más ejercicios tradicionales y combinándolos con una transición pliométrica. El objetivo era mantener al actor ágil y, al mismo tiempo, ganar músculo para que se viera ominoso dentro de la armadura de Kylo Ren.

Adam Driver como Kylo Ren en 'Star Wars: El ascenso de Skywalker'
Adam Driver como Kylo Ren en ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ Cortesía de Disney Pictures

Principios nutricionales de Adam Driver

Las pautas nutricionales eran sencillas: altas cantidades de proteínas y una cantidad moderada de carbohidratos. Los carbohidratos eran necesarios para mantener la energía de Driver debido a lo pesado e incómodo que era su traje, además de las extensas secuencias de lucha. Eso también significaba que la hidratación adecuada era siempre una prioridad. Hubo algunas ocasiones, como la escena de Driver sin camiseta, en las que tuvo que reducir los carbohidratos y aumentar el ejercicio cardiovascular.

Métodos de recuperación de Adam Driver

Los días de rodaje fueron muy exigentes para Driver, desde la acción hasta las acrobacias con cables. Después de los días de rodaje y entrenamiento, Driver hacía estiramientos dinámicos y utilizaba herramientas de precisión de puntos de activación (piense en Theragun o Hypervolt) para frenar cualquier dolor muscular.

El entrenamiento que transformó a Adam Driver en Kylo Ren

Waterson tuvo mucho tiempo para poner en forma a Driver, ya que el rodaje duró siete meses. Este entrenamiento forma parte del periodo de preproducción, en el que el objetivo era ganar masa magra y mejorar la explosividad de Driver. La inclusión de movimientos olímpicos ayudó a fortalecer el pecho y los brazos de Driver, que se muestran en varias ocasiones durante la nueva trilogía de La Guerra de las Galaxias.

«Estos entrenamientos se centraban en el ritmo y las transiciones», dice Waterson. «Los movimientos deben ser fluidos, como un ejercicio continuo sin sacrificar la forma».

Direcciones: Empieza el entrenamiento con un calentamiento dinámico de 10 minutos, y luego comienza el entrenamiento adaptado de superseries completando de 2 a 4 rondas del programa completo dependiendo de tu nivel de fitness. Como se trata de una rutina para todo el cuerpo, puedes repetirla hasta tres veces a la semana, con un día de cardio y core entre medias. A medida que vayas progresando, comprueba si puedes aumentar el número de rondas que puedes hacer.

El Finalizador: Remata la rutina con esta rutina definitiva: 5 series de 25 rodillos de abdominales con una plancha de 1 minuto entre series.

Star Wars: The Rise Of Skywalker ya está disponible en Disney+

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