Además del Homo erectus (sensu lato), se ha interpretado que el registro fósil de los primeros Homo de África oriental representa una única especie variable, Homo habilis, o dos especies. En este último caso, sin embargo, no hay consenso sobre las respectivas agrupaciones ni sobre cuál de las dos incluye a OH 7, el holotipo de H. habilis de 1,8 millones de años. Este cráneo parcial y la mano de la garganta de Olduvai siguen siendo fundamentales para evaluar la evolución temprana del linaje Homo, y por prioridad nombran a uno u otro de los dos taxones. Sin embargo, la conservación distorsionada de la mandíbula OH 7, de gran importancia diagnóstica, ha dificultado los intentos de comparar este espécimen con otros fósiles. Aquí presentamos una reconstrucción virtual de la mandíbula de OH 7 y la comparamos con otros fósiles de Homo temprano. La mandíbula reconstruida es notablemente primitiva, con una arcada dental larga y estrecha más parecida a la de Australopithecus afarensis que a las arcadas parabólicas derivadas de Homo sapiens o H. erectus. Encontramos que esta variabilidad de forma no es consistente con una única especie de Homo primitivo. Es importante destacar que la morfología de la mandíbula de OH 7 es incompatible con los fósiles asignados a Homo rudolfensis y con el maxilar de Homo A.L. 666-1. Este último es morfológicamente más derivado que OH 7 pero 500.000 años más antiguo, lo que sugiere que el linaje de H. habilis se originó antes de hace 2,3 millones de años, marcando así una diversidad de especies muy arraigada en el género Homo. También reconstruimos los huesos parietales de OH 7 y estimamos su volumen endocraneal. Este volumen, que oscila entre 729 y 824 ml, es mayor que cualquier otro valor publicado anteriormente, y pone de relieve el solapamiento casi total del tamaño del cerebro entre las especies de los primeros Homo. Nuestros resultados aclaran el hipodigma de H. habilis, pero plantean preguntas sobre sus relaciones filogenéticas. Las diferencias entre las especies de los primeros Homo parecen caracterizarse más por la diversidad gnática que por las diferencias en el tamaño del cerebro, que era muy variable dentro de todos los taxones.

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