Las lesiones de la cara medial de la rodilla son las más comunes de los ligamentos de la rodilla. La mayoría de las lesiones se producen en atletas jóvenes durante eventos deportivos, y el mecanismo habitual implica un contacto en valgo, una rotación externa de la tibia o una fuerza combinada de valgo y rotación externa ejercida sobre la rodilla. Aunque la mayoría de las lesiones de rodilla medial de grado III se curan, algunas no lo hacen, lo que puede dar lugar a una inestabilidad continua. Para estos pacientes, es importante conocer a fondo la historia clínica y la exploración física, ya que estas lesiones pueden confundirse a menudo con las lesiones de la esquina posterolateral. Las principales estructuras anatómicas del lado medial de la rodilla son el ligamento colateral medial superficial, el ligamento colateral medial profundo y el ligamento oblicuo posterior. Además, la localización exacta de las tres prominencias óseas de la cara medial de la rodilla -el tubérculo del aductor, el tubérculo del gastrocnemio y el epicóndilo medial- es importante para realizar una exploración física adecuada y para las reparaciones y reconstrucciones quirúrgicas. El diagnóstico clínico de las lesiones mediales de la rodilla se realiza principalmente mediante la aplicación de una tensión en valgo en extensión completa y a 30° de flexión de la rodilla. Además, se realiza un examen de la cantidad de rotación anteromedial de la tibia a 90° de flexión, mientras que la prueba del dial, realizada a 30° y 90° de flexión, es importante porque evalúa las anomalías rotacionales. Las radiografías de esfuerzo en valgo son útiles para determinar objetivamente la cantidad de separación del compartimento medial y para discernir si hay separación del compartimento medial o lateral cuando no se puede diferenciar una lesión de la esquina medial o posterolateral de la rodilla, especialmente con una lesión crónica. La mayoría de las lesiones agudas de grado III de la rodilla medial se curan después de un programa de rehabilitación no quirúrgico. En la mayoría de los casos, cuando hay una dislocación de la rodilla o una lesión multiligamentaria, puede estar indicada una reparación primaria con suturas. En las lesiones graves de la sustancia media o en las lesiones crónicas de la rodilla medial, puede estar indicada una reconstrucción anatómica de la rodilla medial con injertos. Los principios de rehabilitación para las lesiones agudas de la rodilla medial implican el control del edema, la recuperación de la amplitud de movimiento y la evitación de cualquier tensión significativa en los ligamentos en curación. Un programa de rehabilitación bien guiado puede dar lugar a excelentes resultados funcionales en la mayoría de los pacientes.