Las creencias fundamentales del vudú de Luisiana incluyen el reconocimiento de un Dios que no interfiere en la vida cotidiana de las personas y de espíritus que presiden la vida diaria. Las fuerzas espirituales, que pueden ser bondadosas o traviesas, dan forma a la vida cotidiana e interceden en la vida de sus seguidores. La conexión con estos espíritus puede lograrse a través de la danza, la música, el canto y el uso de serpientes, que representan a Legba, el «principal conducto espiritual del vudú para todos los demás». A diferencia de la imagen judeocristiana, la serpiente vudú representa «el conocimiento curativo y la conexión entre el Cielo y la Tierra». Los antepasados fallecidos también pueden interceder en la vida de los seguidores del vudú.
El objetivo principal del vudú de Luisiana en la actualidad es servir a los demás e influir en el resultado de los acontecimientos de la vida a través de la conexión con la naturaleza, los espíritus y los antepasados. Los verdaderos rituales se celebran «a puerta cerrada», ya que un ritual llamativo se consideraría una falta de respeto a los espíritus. Los métodos del vudú incluyen lecturas, baños espirituales, dietas especialmente diseñadas, oraciones y ceremonias personales. El vudú se utiliza a menudo para curar la ansiedad, las adicciones, la depresión, la soledad y otras dolencias. Trata de ayudar a los hambrientos, a los pobres y a los enfermos, como hizo en su día Marie Laveau.