La combustión de combustibles fósiles no sólo produce emisiones que cambian el clima, sino que también libera contaminantes atmosféricos peligrosos. Las altas concentraciones de partículas PM2,5 son extremadamente perjudiciales para la salud humana y una de las principales causas de muertes prematuras en todo el mundo.
¿Dónde son mayores las emisiones?
Hasta mediados del siglo XX las emisiones derivadas de la actividad humana se limitaban principalmente a Europa y Estados Unidos. Sin embargo, desde entonces cada vez más países se han industrializado, concretamente en Asia, aumentando el consumo energético mundial. En las últimas décadas, el rápido desarrollo de China ha hecho que ocupe el lugar de Estados Unidos como mayor emisor mundial y en 2019 China produjo más de 10.000 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono. Esto supuso una cuarta parte del total de las emisiones mundiales producidas ese año. La principal razón de las inmensas emisiones de China es su gran dependencia del carbón como fuente de energía. La combustión del carbón es una de las principales fuentes de emisiones, ya que es el más contaminante de los combustibles fósiles.
A pesar de ser el país que más emisiones produce cada año, las emisiones per cápita de China son muy inferiores a las de naciones como Australia y Estados Unidos, cuyos habitantes tienen una huella de carbono de aproximadamente 15 toneladas métricas de CO2 al año. Por término medio, las emisiones de CO2 per cápita en todo el mundo son de unas cinco toneladas métricas. Las naciones más pobres suelen tener una huella de carbono mucho menor que las naciones más ricas, y sin embargo suelen sentir más los efectos nocivos del cambio climático.
Conseguir emisiones netas cero
Los países de todo el mundo llevan muchos años proponiéndose reducir las emisiones. Sin embargo, a pesar de los compromisos con políticas como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, las emisiones y los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera han seguido aumentando. Ha habido algunos éxitos, como el cambio a las energías renovables y la eliminación de fuentes de energía muy contaminantes, como el carbón, por parte de algunos países. Aun así, sólo se han producido reducciones notables de las emisiones durante grandes acontecimientos mundiales, como fue el caso en 2020 durante el estallido del COVID-19. Las reducciones de las emisiones en 2020 han dado lugar a llamamientos para una recuperación ecológica, y varias naciones, como China, han esbozado un ambicioso plan para alcanzar las emisiones netas cero a mediados de siglo.