¿Cómo se diagnostica la enfermedad inflamatoria intestinal?

El primer paso en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es averiguar si su hijo tiene o no la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa u otro tipo de EII. Para ello, el médico elaborará una cuidadosa historia clínica y realizará una exploración física. También pueden ser necesarias otras pruebas, como:

  • Análisis de sangre. Los proveedores pueden analizar la sangre de su hijo para ayudar a diagnosticar la EII y ver la eficacia del tratamiento. Los análisis incluyen los que miden el hematocrito (la relación entre los glóbulos rojos y el total de células sanguíneas), los glóbulos blancos, las plaquetas y la proteína de reacción C (una medida de la inflamación).
  • Muestra de heces. El médico de su hijo puede pedirle una muestra de sus deposiciones para buscar inflamaciones o infecciones.
  • Endoscopia. Una endoscopia superior examina el interior del esófago (conducto alimentario), el estómago y el comienzo del intestino delgado. El médico pasa un tubo largo y flexible con una luz en el extremo a través de la boca y el esófago hasta el estómago y el intestino delgado. A medida que el médico pasa el tubo, observa estas zonas y puede tomar pequeñas muestras de tejidos, que se denominan biopsias.
  • Colonoscopia. En esta prueba también se utiliza un tubo fino y flexible con una luz y una lente de cámara en el extremo para examinar el interior del intestino grueso. Mientras el médico pasa el tubo por el recto, observa las zonas del intestino y también puede tomar biopsias.
  • Estudios de imagen. Tomografía computarizada y resonancia magnética

Ampliación de Gassen, que recibió un tratamiento para la EII que le salvó la vida

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la enfermedad inflamatoria intestinal?

Aunque la EII es una enfermedad de por vida, el objetivo es mantenerla en remisión durante el mayor tiempo posible para que su hijo experimente pocos o ningún síntoma. El equipo asistencial de su hijo puede utilizar diversos enfoques de tratamiento y mantenimiento, como:

Cambios dietéticos

Actualmente se están estudiando intervenciones dietéticas para evaluar la mejor dieta para mejorar la inflamación. Evitar ciertos alimentos o seguir determinadas dietas, junto con la medicación, puede ayudar a controlar los síntomas. Un dietista puede diseñar un programa nutricional equilibrado para su hijo.

Medicamentos

El médico de su hijo probablemente le recetará uno o más medicamentos de mantenimiento para tratar la EII y prevenir los brotes. Existen tres clases principales de medicamentos de mantenimiento para la EII:

Aminosalicilatos (5-ASAs): Son medicamentos similares a la aspirina que disminuyen la inflamación en la propia pared del intestino. Se utilizan con mayor frecuencia en la colitis ulcerosa de leve a moderada y ocasionalmente en la enfermedad de Crohn. Ejemplos de 5-ASAs son la mesalamina (Asacol, Rowasa, Pentasa, Colazal, Lialda, Apriso y Delzicol), la sulfasalazina y la balsalazida.

Inmunomoduladores: Se trata de un tipo de medicamento utilizado para tratar la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa mediante la disminución de la actividad del sistema inmunitario. Los inmunomoduladores más utilizados son la 6-mercaptopurina (6MP), la azatioprina (Imuran) y el metotrexato. Los inmunomoduladores menos utilizados son el tacrolimus (Prograf) y la ciclosporina (Noral, Sandimmune). Estos agentes suelen utilizarse en pacientes que no responden a otros tratamientos. El médico de su hijo comprobará minuciosamente sus análisis de laboratorio cuando empiece a tomar estos medicamentos.

Biológicos: Estos medicamentos se utilizan cuando la EII no responde a otros medicamentos, cuando otros medicamentos causan efectos secundarios o si su hijo tiene complicaciones de la colitis de Crohn o ulcerosa, como la enfermedad refractaria o las fístulas. Los biológicos actúan bloqueando las sustancias químicas inflamatorias en la sangre. También pueden reducir el número de células del sistema inmunitario en el organismo. Algunos ejemplos de esta clase de medicamentos son Remicade, Humira, Cimzia, Simponi, Sterlara y Entyvio. Estos medicamentos suelen administrarse en forma de inyecciones o infusiones.

El médico de su hijo también puede prescribirle esteroides. Estos medicamentos se utilizan para reducir la inflamación durante un brote y para aliviar la diarrea, el sangrado rectal, la fiebre y el dolor en ambas formas de EII. También pueden aliviar los síntomas sistémicos, como el dolor articular y las lesiones cutáneas y oculares en algunos pacientes. Normalmente, se utilizan durante un brote para calmar los síntomas mientras se encuentra la medicación de mantenimiento adecuada para su hijo. Existen diferentes tipos de esteroides, entre ellos:

  • esteroides intravenosos, que se administran en el hospital
  • esteroides orales, como la prednisona, que suelen tener más efectos sistémicos
  • esteroides tópicos, que tratan la inflamación localizada en el colon sigmoide, el recto o el ano mediante un enema, una espuma o un supositorio. (Suelen tener menos efectos secundarios que los esteroides orales/IV.)

Los antibióticos se utilizan a veces para tratar infecciones, fístulas y abscesos. También pueden utilizarse junto con otros medicamentos para la enfermedad de Crohn. Los antibióticos más utilizados son el metronidazol y la ciprofloxacina.

Cirugía

Aunque los médicos casi siempre comienzan el tratamiento de la EII con medicación, a veces un niño puede no responder -o dejar de responder- a los medicamentos y ser un buen candidato para la cirugía. La decisión de someterse a una intervención quirúrgica es una decisión conjunta, tomada entre su hijo, su familia, el gastroenterólogo de su hijo y el cirujano.

En la enfermedad de Crohn, se puede considerar un procedimiento quirúrgico llamado resección, que elimina una sección del intestino. Sin embargo, es importante recordar que, en el caso de la enfermedad de Crohn, la cirugía rara vez es una cura, ya que la inflamación puede reaparecer en otros lugares del tubo digestivo. El objetivo de la cirugía es que su hijo se sienta bien, para minimizar el daño causado al intestino o para extirpar un trozo del intestino que está extremadamente dañado para que los medicamentos puedan actuar con mayor eficacia.

Un pequeño porcentaje de niños con colitis ulcerosa que no responden a la medicación pueden necesitar una cirugía, que puede mejorar drásticamente la calidad de vida y mejorar los síntomas. Esta cirugía, denominada colectomía, extirpa una parte o la totalidad del intestino grueso y modifica el intestino delgado para crear un nuevo recto.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la EII-VEO?

Los niños con EII-VEO no suelen responder bien a la terapia estándar para la EII. Por este motivo, los investigadores están estudiando activamente las opciones de tratamiento para estos niños. Los siguientes enfoques han demostrado ser eficaces para algunos niños con VEO-IBD:

Medicación: Los niños con VEO-IBD que tienen una mutación en el gen NCF2 responden bien a los antibióticos. Los que tienen mutaciones en el gen LRBA experimentan una mejora de los síntomas después de utilizar abatacept, un medicamento que interfiere con las células T y que se utiliza más comúnmente para tratar enfermedades autoinmunes.

Cirugía: En algunos bebés y niños con mutaciones en el receptor de interleucina 10 (IL-10R), los trasplantes de médula ósea o de células madre han demostrado ser una terapia curativa.

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