Subiendo de nivel
La transición entre la escuela intermedia y la secundaria es un gran cambio en la vida de un estudiante, a menudo causando algo de nerviosismo y ansiedad. Sin embargo, en última instancia, es un momento emocionante que ofrece nuevas y divertidas oportunidades y experiencias. Estar preparado para esas oportunidades y experiencias es una de las mejores maneras de aliviar la dificultad que conlleva la transición entre la escuela media y la secundaria. Siga leyendo para conocer los principales cambios que puede esperar, así como la mejor manera de afrontar cada uno de ellos.
Más niños
Una de las diferencias más evidentes entre la escuela intermedia y la secundaria es el tamaño. La mayoría de las veces, varias escuelas intermedias se alimentan de la misma escuela secundaria, lo que significa que el número de estudiantes en la escuela secundaria puede ser el doble, el triple o incluso el cuádruple de lo que era en la escuela intermedia. No sólo eso, sino que el tamaño de las clases será mayor, y habrá mucha gente nueva que conocer.
La mejor manera de manejar este cambio es acercarse a la gente nueva con una mente abierta. En lugar de intentar ceñirte a tu grupo de amigos actual, intenta hablar con las personas desconocidas de tus clases, conócelas y haz nuevos amigos.
Más trabajo
Además de un aumento en el número de personas, el instituto presenta un aumento en la cantidad de trabajo que un estudiante tiene que completar, tanto en clase como en forma de deberes. Los estudiantes de secundaria a menudo se quejan de la pesadez de su carga de trabajo; sin embargo, es importante acostumbrarse a esto lo antes posible, ya que es una buena manera de prepararse para la carga de trabajo aún más pesada de la universidad.
Para gestionar esta transición lo mejor posible, céntrate en la gestión del tiempo. Compre y utilice realmente una agenda, llevando un control exhaustivo de todos los deberes, pruebas y exámenes. Los padres pueden ayudar revisando los deberes, asegurándose de que sus hijos están al día con la carga de trabajo. Y no olvides que siempre puedes pedirle a tu profesor una prórroga si tienes una razón legítima para no poder entregar tu trabajo a tiempo.
Elección de clases
En la escuela media, los estudiantes no tienen muchas opciones en cuanto a las clases que toman. Puede haber cierta flexibilidad en cuanto a los niveles de matemáticas o las asignaturas optativas, pero por lo demás, los administradores de la escuela establecen los horarios de las clases para los estudiantes de la escuela media. Por el contrario, los estudiantes de secundaria suelen tener más libertad de elección en cuanto a las clases que toman, cumpliendo con los requisitos de graduación, pero por lo demás tienen una cantidad decente de flexibilidad.
Aunque esta libertad puede parecer un cambio emocionante y positivo, puede requerir cierta preparación. El aumento de la libertad implica la posibilidad de tomar malas decisiones y de tomar clases que no son adecuadas. Para tomar las mejores decisiones posibles, apoyarse en los asesores de la escuela para la ayuda en la elección de las clases y para asegurarse de que está en el camino para cumplir con todos los requisitos de graduación.
Preparación para la universidad
La última diferencia importante entre la escuela media y la escuela secundaria es que la escuela secundaria es cuando los estudiantes comienzan a pensar seriamente en su futuro en general y la universidad en particular. En su mayor parte, a las universidades no les importará demasiado lo que hiciste en la escuela media, pero a partir de la secundaria, tus actividades académicas tendrán más peso. Desde las clases que tomas hasta las calificaciones que obtienes y las actividades extracurriculares en las que participas, cada faceta contribuye a pintar una imagen del tipo de estudiante que eres para los comités de admisión de la universidad.
Hay dos cosas importantes que ayudarán a facilitar esta transición de la mejor manera posible. En primer lugar, trata de no presionarte demasiado. Si es padre, no presione demasiado a su hijo. Empezar el instituto ya es un reto, y los estudiantes no necesitan el estrés añadido de las preocupaciones de la universidad temprana.
Dicho esto, también es importante ser consciente de la mayor importancia de tus actividades en el instituto. Debes estar preparado para asumir un mayor sentido de la responsabilidad, preocupándote más por tus notas y esforzándote más por tener un buen rendimiento académico.
En definitiva, no te preocupes. Millones de estudiantes han pasado con éxito de la secundaria a la preparatoria antes, y tú también lo harás. Estamos seguros de ello.