El término médico para «escupir» es reflujo gastroesofágico. Se produce cuando la leche o los alimentos sólidos del estómago vuelven a subir al esófago del bebé. El esófago es el tubo que conecta la boca con el estómago.

Escupir no es lo mismo que vomitar. Los bebés no suelen notar cuando escupen. El vómito es fuerte y doloroso.

Escupir es común en los bebés porque su sistema digestivo aún no está completamente desarrollado. Suele ocurrir cuando han comido demasiado o han tragado aire mientras se alimentaban. Las regurgitaciones son habituales en la mayoría de los bebés hasta el momento en que pueden comer alimentos sólidos (entre los 6 meses y el año de edad).

Estos síntomas pueden asustar, especialmente a los padres primerizos. En la mayoría de los casos, la simple regurgitación puede ser normal y no suele significar que el bebé tenga una alergia o intolerancia. Disminuir o modificar la alimentación suele mejorar estos síntomas.

Camino hacia el bienestar

Cada bebé es diferente en cuanto a la frecuencia y cantidad de regurgitaciones. Hay cosas que puede hacer para ayudar a prevenir o aliviar las regurgitaciones.

Alimente a su bebé en posición vertical. Intente darle de comer en un entorno tranquilo para que su bebé no esté ansioso o distraído. Si le das el pecho, hazle eructar después de cada toma o cuando cambies de pecho. Si le das el biberón, hazle eructar cada 3 ó 5 minutos. Asegúrate de que el orificio de la tetina del biberón es del tamaño adecuado. Si es demasiado grande, la leche puede salir demasiado rápido. Si es demasiado pequeño, pueden formarse burbujas de aire.

Después de una toma, deja que el estómago de tu bebé se asiente. Siga manteniéndolo en posición vertical durante 20 ó 30 minutos. Evite acostarlo o moverlo demasiado.

Trate de no sobrealimentar a su bebé. Algunos bebés regurgitan menos si se les da menos leche en cada toma pero se les alimenta más a menudo.

Cosas a tener en cuenta

Escupir es sucio, pero es normal durante los primeros meses de tu bebé. Rara vez implica asfixia, tos o dolor.

Sin embargo, debe ponerse en contacto con su médico si observa que su bebé:

  • No aumenta de peso.
  • Escupe una gran cantidad de leche (más de 1 ó 2 cucharadas).
  • Escupe o vomita con fuerza.
  • Tiene menos pañales mojados de lo normal.
  • Parece muy cansado o perezoso.
  • Escupe líquido verde o marrón.

Consulte a su médico si su bebé tiene alguno de los síntomas mencionados. En primer lugar, su médico comprobará si su bebé está sano y crece bien. A continuación, comprobará si su bebé tiene problemas respiratorios. Si su médico considera que su bebé está bien, no es necesario hacer nada más.

Si el reflujo de su bebé está causando problemas de salud, su médico puede recetarle un medicamento. Este medicamento es el mismo que se utiliza para la acidez de estómago en los adultos. El médico puede hacer otras pruebas si su bebé sigue sin ganar peso o desarrolla otros síntomas.

Preguntas para su médico

  • ¿Las regurgitaciones de mi bebé son normales o tienen un problema de reflujo?
  • ¿Qué está causando que mi bebé regurgite y hay algo que pueda hacer para evitarlo?
  • ¿Mi bebé regurgita debido a una reacción a algo que ellos o yo hemos comido?
  • ¿A qué edad puedo esperar que mi bebé deje de regurgitar?
  • ¿Mi bebé corre el riesgo de tener algún problema de salud?

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