En la mayoría de los casos, los lunares son manchas inofensivas que pueden aparecer a cualquier edad y en cualquier parte del cuerpo. Vienen en una amplia gama de colores, formas y tamaños. Pero en determinadas circunstancias, los lunares deben ser examinados por un dermatólogo, y puede ser necesaria su eliminación. ¿Cómo puede saber si sus lunares son «normales»? Y si no son normales, ¿cuándo debe visitar a su médico?

Los lunares normales frente a los atípicos

Los lunares «normales» suelen ser más pequeños que la goma de borrar de un lápiz, redondos y simétricos con un color uniforme y bordes suaves. Suelen ser de color bronceado o rosado y, aunque no le gusten desde el punto de vista estético, no hay ninguna razón médica para extirparlos.

Los lunares atípicos -también llamados nevos displásicos- son lunares de aspecto inusual que no son cancerosos. Cuando se observan a nivel celular, estos lunares tienen un aspecto diferente al de los lunares sanos y normales. Pueden ser asimétricos, muy oscuros o multicolores y pueden tener bordes indistintos. A menudo se encuentran en la espalda, el pecho, las nalgas o el cuero cabelludo, estos lunares tienen un aspecto diferente al de los demás lunares del cuerpo.

Los lunares atípicos pueden parecerse a un melanoma -la forma más mortífera de cáncer de piel- pero no se preocupe, no son cancerosos. Los lunares atípicos no se convierten necesariamente en cáncer de piel, pero si tienes 10 o más lunares nevus displásicos, tienes un mayor riesgo de desarrollar un melanoma (aproximadamente 12 veces el riesgo de la población general). El melanoma puede extenderse muy rápidamente, pero es curable si se detecta a tiempo.

Antes de la cirugía

Los lunares sospechosos o anormales deben ser revisados por un dermatólogo. A veces, el médico le sugerirá que controle estos lunares regularmente para detectar cualquier cambio. Otras veces, es necesaria la extirpación quirúrgica de los lunares.

Algunos lunares atípicos (nevos displásicos) pueden convertirse en melanomas, pero la mayoría de ellos nunca se volverán cancerosos. De hecho, es más probable que el melanoma se desarrolle a partir de la piel normal que de lunares preexistentes. No obstante, las personas con muchos lunares atípicos pueden tener un mayor riesgo de padecer un melanoma. Bajo el microscopio, los lunares atípicos pueden clasificarse como leves, moderados o graves en función de sus características inusuales. La mayoría de las veces, si los lunares atípicos son sólo leves o moderadamente displásicos, no es necesario ningún otro tratamiento. Sin embargo, si los lunares atípicos son gravemente displásicos, se recomienda la extirpación quirúrgica con un margen para garantizar que no haya características de melanoma.

«La razón principal por la que los nevos gravemente displásicos deben extirparse quirúrgicamente no es porque confieran un mayor riesgo de convertirse en melanoma, sino por la posibilidad de que representen un melanoma in situ mal diagnosticado», dice el Dr. Leon Chen, dermatólogo certificado y cirujano de Mohs en U.S. Dermatology Houston Medical District. «Si tiene lunares que parecen sospechosos, es una buena idea tomar fotos de ellos como referencia, para poder determinar si están cambiando»

Los cambios extremos en el tamaño, el borde o el color de cualquier lunar pueden ser una indicación de que tiene un alto potencial de convertirse en melanoma. En este caso, es necesario realizar una biopsia del lunar para establecer un diagnóstico.

Debería someterse a evaluaciones periódicas de su piel por parte de un dermatólogo certificado cada seis o doce meses, pero también debería tener el hábito de controlar sus lunares en casa.

Si nota que tiene un lunar nuevo (especialmente después de los 40 años) o que un lunar existente ha cambiado de color o ha crecido, debería hacerlo evaluar por un profesional. Revise regularmente cada parte de su piel, incluso entre los dedos y en la planta de los pies. Pida a alguien de confianza que le revise las zonas de su cuerpo que son difíciles de ver.

Y recuerde siempre usar protección solar. Los dañinos rayos UV pueden causar cambios atípicos en los lunares.

Opciones para la eliminación de lunares

Hay varios tratamientos disponibles para la eliminación de lunares. En algunos casos, los lunares requieren una escisión quirúrgica. Su dermatólogo cortará todo el lunar con un margen y suturará la piel. Otras veces, el médico puede utilizar una cuchilla quirúrgica para afeitar el lunar. En ambos casos, el tejido del lunar extirpado se examinará con un microscopio para determinar si hay células cancerosas.

En definitiva, la conveniencia de extirpar un lunar depende de varios factores. Si tiene muchos lunares atípicos, extirparlos todos puede no ser la mejor solución. Si, por el contrario, sólo tiene unos pocos lunares atípicos, combinados con antecedentes familiares de melanoma, la extirpación quirúrgica completa de todos sus lunares atípicos podría ser la decisión correcta.

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