Resulta que sí la hay. Lisa Fain, del blog de cocina texana Homesick Texan, ayudó a poner las cosas en claro: «La diferencia entre una fajita y un taco es que la primera se refiere a un tipo de carne, mientras que el segundo se refiere a un método de presentación», explicó. Descubra por qué es así cuando lea más.
Las fajitas proceden originalmente de México, donde el término sólo se aplica a la carne de vacuno, concretamente a la carne a la parrilla que procede de la parte estrecha de la falda de la vaca. En Estados Unidos, el término se ha aplicado a una plétora de otras proteínas, desde el pollo hasta las gambas y todo lo demás.
¿Y los aderezos? «Claro, la mayoría de las veces las fajitas se sirven con tortillas de harina, pimientos asados, cebollas asadas y un montón de otros condimentos para que la gente pueda hacer sus propios tacos, pero técnicamente, el término fajitas por sí solo no significa que vaya a ser un taco». Por eso, explica Lisa, «las fajitas pueden convertirse en tacos, pero un taco no siempre es una fajita». ¿Entendido?
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