A veces es necesario operar las fracturas por compresión de la columna vertebral, independientemente de la causa. El objetivo de la cirugía es fusionar y reparar la fractura, eliminar el dolor de espalda y restaurar la postura y la facilidad de movimiento. Los procedimientos quirúrgicos más comunes para las fracturas por compresión de la columna vertebral son la fusión lumbar y la vertebroplastia/cifoplastia.
En una fusión lumbar, las vértebras se conectan con varillas.
La fusión lumbar mínimamente invasiva une los huesos de la columna vertebral en la parte baja de la espalda para que ya no haya movimiento entre ellos. Este procedimiento puede reparar una fractura, corregir una deformidad y reducir la presión, el dolor y el daño nervioso de la columna vertebral. Las fusiones lumbares mínimamente invasivas no requieren la gran incisión ni la retracción muscular que suelen utilizarse en las fusiones convencionales. Los pacientes que se someten a este procedimiento tienen un tiempo de recuperación rápido. Un avance reciente es el uso de un sistema de guía por imagen computarizado para muchos pacientes que se someten a una fusión lumbar. Esto tiene la ventaja de ayudar al cirujano a colocar los tornillos de forma óptima y evitar lesiones en el delicado tejido nervioso.
Hasta hace poco, todos los pacientes que se sometían a una fusión lumbar necesitaban un injerto óseo o sintético procedente de la región de la cadera o de un banco de huesos. En la mayoría de los pacientes que se someten a una fusión espinal lumbar, también se utiliza instrumentación metálica de titanio. Esto suele implicar la colocación de tornillos pediculares en el hueso y su conexión con una varilla.
En una vertebroplastia, el cirujano hace avanzar una aguja a través de la piel de la espalda del paciente bajo la guía de rayos X para confirmar que ha entrado en la vértebra fracturada (izquierda). A continuación, el cirujano inyecta cemento óseo en la vértebra fracturada (derecha), donde se endurece rápidamente para proporcionar estabilidad al hueso y aliviar el dolor.
Vertebroplastia y Cifoplastia: Los procedimientos avanzados como la cifoplastia y la vertebroplastia permiten a los neurocirujanos reconstruir el hueso vertebral comprimido, restaurar la alineación o eliminar la presión sobre un nervio. La vertebroplastia y la cifoplastia son procedimientos guiados por imagen que se realizan en una sala de rayos X o en un quirófano con equipo de rayos X. (Descargue nuestro folleto sobre la vertebroplastia y la cifoplastia.)
Para una vertebroplastia, el paciente está en posición prona (boca abajo) y el procedimiento se realiza bajo anestesia general o bajo sedación (en la que el paciente está despierto). Se introducen una o dos agujas, guiadas por rayos X, en la vértebra fracturada a través de la piel de la espalda. Una vez que la radiografía confirma que la aguja está bien colocada, el cirujano inyecta cemento óseo en la vértebra fracturada. El cemento se endurece en unos minutos, proporcionando estabilidad inmediata al hueso y alivio del dolor.
Para realizar una cifoplastia, el cirujano guía primero un catéter hasta la vértebra, y luego inserta e infla un pequeño globo. El globo crea una cavidad mientras se infla; a continuación, el globo se desinfla y se retira de la vértebra. En el siguiente paso, el cirujano inserta una aguja en el catéter para introducir cemento óseo en la cavidad. El cemento se endurece en el lugar, proporcionando una estabilidad inmediata al hueso.
La cifoplastia, también denominada «vertebroplastia con balón», es similar a la vertebroplastia, pero (como su nombre indica) utiliza un balón. El globo se guía a través de la aguja hasta la vértebra y se infla para corregir el encajamiento anormal de la vértebra rota. Una vez que los huesos están en la posición correcta, el globo se desinfla y se retira, y la gran cavidad creada se rellena con cemento óseo. El cemento se endurece en su lugar, proporcionando una estabilidad inmediata al hueso.
Los cirujanos de la columna vertebral del Weill Cornell Brain and Spine Center tienen la suerte de formar parte del equipo del NewYork-Presbyterian Hospital (véase Médicos que tratan las fracturas por compresión vertebral). La clasificación «America’s Best Hospitals» de 2013-14 de US News and World Report situó a NewYork-Presbyterian como el hospital número 1 de Nueva York, y nuestro programa de Neurología y Neurocirugía se sitúa como el programa número 1 de Nueva York (y el número 3 a nivel nacional). Juntos, el equipo del NewYork-Presbyterian/Weill Cornell Medical Center es la mejor opción para su espalda.
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Revisado por: Srikanth Boddu, MD, MSc
Última revisión/actualización: Octubre 2020
Ilustración de Thom Graves, CMI