El gritón meridional es un buen nadador, ya que tiene los pies parcialmente palmeados, pero prefiere moverse por el suelo. Los espolones óseos de sus alas le sirven de protección contra los gritones rivales y otros enemigos. Aunque no es migratoria, es una excelente voladora. Vive en grandes bandos, alimentándose en el suelo en praderas y campos cultivados hasta la época de anidación, cuando las aves se emparejan. Su dieta poco exigente los hace aptos para la domesticación y son excelentes animales de guardia debido a sus fuertes gritos.

ReproducciónEditar

El gritón del sur establece relaciones monógamas que duran toda su vida, estimada en 15 años. El cortejo implica un fuerte llamado por parte de ambos sexos, que puede ser escuchado hasta dos millas de distancia. Para el nido la pareja hace una gran plataforma de juncos, pajas y otras plantas acuáticas en un lugar inaccesible cerca del agua. La hembra pone entre dos y siete huevos blancos. La pareja comparte la incubación, que dura entre 43 y 46 días. Los polluelos abandonan el nido en cuanto nacen, pero los padres los cuidan durante varias semanas. El periodo de volantón dura de 8 a 14 semanas.

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