El estudio original se llevó a cabo entre 1962 y 1967 en Ypsilanti, Michigan, bajo la dirección del psicólogo David Weikart y el director de la escuela primaria Perry, Charles Eugene Beatty. Su objetivo era potenciar las habilidades cognitivas de los niños afroamericanos desfavorecidos.

Las familias fueron asignadas aleatoriamente a uno de los dos grupos: la intervención y un grupo de control. Durante 2 años, durante el curso escolar normal (39 semanas al año), los niños de 3 a 4 años acudían a un aula durante 2 horas y media al día. Los alumnos trabajaban en proyectos en los que «planificaban las tareas, las ejecutaban y luego las revisaban colectivamente». La intervención también incluía visitas semanales de los profesores a los hogares de los niños durante aproximadamente 1,5 horas por visita para mejorar las interacciones entre padres e hijos en el hogar.

ResultadosEditar

Los resultados fueron inicialmente decepcionantes. Cuando los niños tenían 10 años, no había mucha diferencia en el rendimiento de los niños de los dos grupos en las pruebas de capacidad cognitiva.

Debido a que el estudio se llevó a cabo en la década de 1960, los investigadores han podido seguir a los niños que pasaron por el Programa Preescolar Perry hasta la edad adulta. El economista y premio Nobel James Heckman ha descubierto que los adultos del grupo de tratamiento tenían «muchas más probabilidades de graduarse en la escuela secundaria, muchas más probabilidades de obtener ingresos, muchas más probabilidades de ir a la universidad, muchas menos probabilidades de cometer delitos».

Heckman también encontró beneficios multigeneracionales del programa: los hijos de los participantes en el programa parecen haberse beneficiado. Según Heckman, «encontramos algunos efectos muy fuertes. Los hijos de los participantes están más sanos. Los hijos de los participantes también ganan más. Tienen mejores habilidades sociales y emocionales, son más propensos a graduarse en la escuela secundaria y a ir a la universidad, son menos propensos a participar en el sistema de justicia penal, por lo que son menos propensos a ser encarcelados o incluso a ser arrestados».

AnálisisEditar

Heckman encuentra que el trabajo con los padres fue un importante componente distintivo del programa, en particular porque los padres permanecen en la vida de los niños más allá de la duración del programa de 2 años. También considera que la calidad de los profesores (y, en consecuencia, el coste del programa) fue un componente crítico que le permitió tener éxito en comparación con otras intervenciones menos costosas.

Debido a los resultados, la organización Proyectos Sociales que Funcionan considera el estudio como un fuerte candidato para una mayor investigación, pero advierte que el estudio fue relativamente pequeño (128 sujetos; 123 después de los abandonos).

RentabilidadEditar

James Heckman estima que el Proyecto Perry ahorró a la sociedad entre 7 y 12 dólares por cada dólar invertido, principalmente debido a la reducción de la delincuencia. El propio HighScope informa de que por cada dólar de impuestos invertido en el programa de atención y educación tempranas se ahorran 7 dólares para los contribuyentes cuando el participante tiene 27 años, 13 dólares para los contribuyentes cuando el participante tiene 40 años, y que hay un rendimiento total de 16 dólares, incluyendo el aumento de los ingresos de los participantes. Véase también Heckman, Moon, Pinto, Savelyev, & Yavitz (2010a, b).

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