Riesgos de una incorrecta higiene de las lentillas
Invasión corneal
Enjuagar las lentillas con agua del grifo puede introducir microorganismos, llamados Acanthamoeba, que pueden contaminar y crecer en las lentillas. En última instancia, este entorno conduce a la invasión de la córnea causando así una úlcera muy dolorosa. Esta infección, al igual que otras, puede provocar cicatrices en la córnea y una pérdida de visión permanente. A menudo, la única manera de recuperar la visión después de un episodio como éste es someterse a un trasplante de córnea.
Conjuntivitis papilar gigante
La conjuntivitis papilar gigante (CGP) es otra afección causada por una higiene inadecuada de las lentes. La CGP da lugar a pequeñas protuberancias que se desarrollan bajo el párpado superior y que pueden ser muy irritantes para la córnea, complicando así el uso de las lentes de contacto. Puede estar causada por dormir con las lentillas, por una limpieza inadecuada de las mismas, por llevar lentillas viejas y por alergias oculares. Con frecuencia, la GPC requiere medicación ocular por parte del médico y, cuando se resuelve, requiere la adaptación de las lentes de contacto.
Anillos rojos alrededor de la córnea
A menudo, un anillo rojo alrededor de la córnea después de quitarse las lentes de contacto es un signo de que la lente de contacto está demasiado ajustada. A medida que una lente blanda envejece, se deshidrata y reduce su tamaño. Si la lente es más pequeña, puede quedar demasiado apretada en la córnea y, por lo tanto, cortar el suministro adecuado de oxígeno a la córnea. Dormir con las lentillas o envejecerlas en exceso puede causar graves problemas debido a la mayor deshidratación de la lente.