La candidiasis es una dolencia femenina común, que es probable que ocurra en cada mujer al menos una vez en su vida. Está causada por un crecimiento excesivo de la levadura llamada Candida albicans que se produce naturalmente en todos nosotros. Cuando el hongo en la vagina se ha intensificado hasta crecer demasiado, provoca una infección vaginal por hongos.

Los síntomas y la causa

Los síntomas de la infección por Candidiasis son un intenso picor y ardor, así como un flujo vaginal abundante. Las mucosas de la vulva pueden presentar enrojecimiento y pequeñas úlceras. El dolor abdominal y la fiebre no forman parte de los síntomas, y si se producen hay que ponerse en contacto con un médico. No siempre se reconoce el factor desencadenante de la infección, pero, por ejemplo, los antibióticos, el embarazo, así como el uso extensivo de salvaslip y compresas no transpirables pueden desencadenarla. También las fibras artificiales y la ropa interior poco transpirable predisponen a la infección. Los hongos también pueden pasar del recto a la vagina, por lo que después de ir al baño hay que limpiarse siempre de delante hacia atrás.

Dado que los síntomas de la infección por hongos también son similares a los de muchas otras enfermedades, como las de transmisión sexual o las infecciones, hay que tener muy en cuenta los medicamentos de venta libre, especialmente si la infección por hongos se produce por primera vez. Además, las mujeres menores de 16 años y mayores de 60 deben acudir al médico en caso de que aparezcan los síntomas.

Tratamiento

Para el tratamiento de la candidiasis vaginal, se pueden encontrar en las farmacias supositorios vaginales y píldoras orales con y sin receta. Los supositorios vaginales se utilizan durante 1-3 días, incluso durante la menstruación. Una variedad de cremas puede manejar el picor de la zona de la vulva. La levadura inflamatoria asintomática no necesita ser tratada.

Para el autotratamiento son de suma importancia una buena higiene personal y una dieta lo más baja posible en calorías. Las compresas menstruales poco transpirables, los salvaslips y la ropa interior de fibra sintética hurgan en el extremo inferior, y la levadura obtiene un sustrato húmedo favorable.

Infección por levaduras y menstruación

La candidiasis puede brotar durante la menstruación. En este caso, es fundamental utilizar la ropa interior más transpirable, así como procurar una higiene adecuada. Sin embargo, la parte inferior no debe lavarse ni restregarse demasiado, por lo que es bueno recordar el lavado con agua o con un detergente suave con un pH inferior a 7. Sin embargo, a menudo es mejor el agua corriente.

Durante la infección, debe evitarse el uso de compresas menstruales y salvaslips, ya que no respiran y, por tanto, hurgan en el extremo inferior favoreciendo el crecimiento de levaduras. La copa es la mejor protección menstrual con la infección por hongos, ya que permite que el extremo inferior respire y no perturba el equilibrio natural de la humedad.

Si la infección es interna y el medicamento para los hongos no puede tomarse por vía oral o se ha prescrito un supositorio vaginal además de la píldora, debe utilizarse por las noches. En este caso, no se recomienda el uso de un tampón o una copa, sino que como protección menstrual se pueden utilizar almohadillas de algodón, ya que protegen y permiten que la parte inferior respire. La infección por hongos también puede afectar al hombre, por lo que si hay una infección por hongos en curso, se recomienda utilizar preservativos al mantener relaciones sexuales.

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